RSF pide el cese inmediato de las presiones e intimidaciones a los periodistas en Israel

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Desde el comienzo de la guerra, al menos quince periodistas han sufrido agresiones o amenazas en Israel, bien por parte de las fuerzas armadas o de ciudadanos israelíes, según advierte Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Desde el 7 de octubre y el ataque perpetrado por Hamás contra Israel, se multiplican las amenazas y agresiones contra los periodistas que cubren la guerra desde Israel. Los periodistas árabes y palestinos son blanco predilecto, así como los corresponsales de medios extranjeros o percibidos como críticos con la ofensiva por las autoridades, como los profesionales que trabajan para el diario israelí de tendencia izquierdista Haaretz.

«RSF denuncia la violencia y las presiones a las que se ven sometidos los periodistas que cubren la guerra entre Israel y Hamás. Estas restricciones inaceptables del derecho a la información, tanto más crucial en tiempos de guerra, deben cesar inmediatamente. RSF pide a las autoridades israelíes que pongan fin a estos graves ataques, que inicien investigaciones para llevar ante la justicia a los responsables de tales actos, y que protejan a los periodistas».

Oficina de Oriente Medio de RSF

El pasado 15 de octubre, una semana después del inicio de los combates, durante un directo desde Nazareth de Ahmed Darousha, reportero de la cadena catarí Al Arabi,un agente interrumpe y entra en el tiro de cámara increpando al periodista. “¿Qué estás contando?”, le grita, “espero que estés diciendo cosas buenas, porque si no cuentas la verdad, maldito seas”. El individuo se gira después hacia la cámara y espeta: “¡Asesinos, asesinos, Gaza debería ser reducida a cenizas!”.

Periodistas de la BBC agredidos y encañonados por la policía

Dos días antes, el 13 de octubre, dos periodistas de la BBC Arabic, Muhannad Tutunji, Haitham Abudiab y el resto de miembros de su equipo fueron detenidos, agredidos y retenidos a punta de pistola por la policía israelí en Tel Aviv. Las fuerzas de seguridad justificaron su actuación alegando que su vehículo era sospechoso, a pesar de que el coche portaba el distintivo  «TV» y los periodistas iban equipados con chalecos antibalas y cascos con la inscripción «prensa».

En otro incidente ocurrido el 25 de octubre, un ciudadano israelí atacó a un grupo de cinco fotógrafos – Eyal Margolin, del diario Israel Hayom; Atef Safadi, director de la agencia fotográfica European Press Agency (EPA) en Israel; Jalaa Marey, de Agence France-Presse (AFP); Fadi Amun, de Haaretz, y Sergey Ponomarev, del New York Times – cerca de la frontera libanesa. Los periodistas estaban fotografiando al ejército israelí mientras lanzaba disparos contra Líbano cuando un hombre se les acercó, amenazándolos. Acto seguido, agredió físicamente a Eyal Margolin, rompiéndole un brazo. Detenido en un primer momento, el agresor fue finalmente puesto en libertad al cabo de unas horas.

Al menos otros seis reporteros -un freelance y otros cinco que trabajan para el canal de televisión catarí Al Jazeera, la cadena palestina Mousawat, y los medios israelíes Channel 12, Haaretz e Israel Broadcast Corporation– han sido objeto de presiones o agresiones por parte de ciudadanos y autoridades. El 15 de octubre, el periodista independiente Israel Frey recibió amenazas de decenas de activistas de extrema derecha por expresar su preocupación por el número de civiles muertos en Gaza, según Haaretz.

Desde el comienzo de la guerra, 41 periodistas han sido asesinados –36 en Gaza, uno en Líbano y cuatro en Israel–, de los cuales un total de 12 en el ejercicio de sus funciones.