ESPAÑA / KAZAJISTÁN | «La Unión Euroasiática es una alianza de dictadores cuya política de represalias se va agravando»

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| «La Unión Euroasiática es una alianza de dictadores cuya política de represalias se va agravando»
20.06.2014 21:15
Reporteros Sin Fronteras organizó, el 18 de mayo, una mesa redonda con la Fundación Open Dialog para abordar la situación de los medios de comunicación en Kazajistán y la libertad de información en un país que ocupa el puesto 161 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.
Los participantes de la mesa redonda -expertos de la Fundación Open Dialog, abogados, periodistas y activistas políticos de Kazajistán- resaltaron la persecución que sufren los medios de comunicación en el país y la necesidad de que las democracias europeas no apoyen a un régimen como el de Nazarbayev.  
Los intereses económicos de los países europeos no pueden ser una excusa para tolerar las represalias del régimen de Nazarbayev. Los periodistas y analistas que asistieron al seminario estaban particularmente interesados en el contexto geopolítico relacionado con la crisis en Ucrania y con la creación de la Unión Euroasiática. La creación del nuevo bloque pone a los periodistas independientes de Bielorrusia, Rusia y Kazajistán ante una situación nueva. Las redacciones ya no pueden refugiarse en los países vecinos.
El moderador de la mesa, Rafael Panadero, periodista de la Cadena SER, planteó el dilema que tienen por delante las autoridades españolas en las relaciones con Kazajistán: por un lado, la colaboración ofrece posibilidades de inversión para estimular la economía. Por otro, obliga a tomar decisiones moralmente dudosas, tales como el intento de extraditar ilegalmente a Alexandr Pavlov, involucrado en la oposición. De ahí que nos preguntemos qué prevalece en esta relación, la diplomacia económica o el respeto a los derechos humanos.
El debate se inició  con la presentación del informe de la Fundación Open Dialog «Los medios independientes y de oposición en Kazajistán a punto de ser aniquilados”. Jędrzej Czerep, analista de la Fundación, opinó que el régimen es muy ágil al elegir tales estrategias para combatir a sus críticos que no afectan su imagen. Es una faceta muy fácil de desenmascarar que, sin embargo, los amigos europeos del presidente Nazarbayev están muy dispuestos a mantener. 
Tamara Simakhina, abogada que defiende a los periodistas perseguidos por las fuerzas gubernamentales, subrayó que las leyes represivas dirigidas contra los medios de comunicación han sido reforzadas en los últimos meses. “El comportamiento del régimen es paranoico porque al perseguir el grupo mediático Respublica combate organizaciones que no tienen nada que ver con el principal sitio web de la oposición”. 
Irina Petrushova, redactora jefe del sitio informativo Respublica recuerdó que el régimen frecuentemente inhabilita a los periodistas que no pueden ejercer su profesión. Para muchos es más duro que la emigración porque efectivamente no pueden trabajar. Informó que los periodistas perseguidos en Kazajistán no tienen la posibilidad de defenderse solos y quedan a merced de las autoridades. Solamente la solidaridad de la comunidad internacional puede salvar a algunas personas. Sin embargo, para ello hay que ser consciente de lo que son los regímenes autoritarios de la antigua Unión Soviética y esta consciencia es lo que últimamente ha faltado, sobre todo en España. No obstante, es posible que el corte de suministro de gas a Ucrania, que también salpicará a Europa, le abra los ojos. 
El disidente kazajo Muratbek Ketebayev, que estuvo en peligro de ser extraditado de Polonia a Kazajistán bajo acusaciones falsas de terrorismo, las mismas que afronta Alexandr Pavlov en España, habló del contexto socio-político. Manifestó que  la propaganda rusa tiene mucha acogida en Kazajistán. Hace poco se empezó a usar la expresión rusa de «enemigo de la nación», atribuida a cualquier disidente de la línea gubernamental. Es un estigma que pone en peligro a los periodistas críticos con el régimen: “ Europa tiene que tener presente que la Unión Euroasiática creada por Moscú no es una mera unión económica, sino sobre todo es un alianza de dictadores cuya política de represalias se va agravando”. Al instrumentalizar el apoyo a Nazarbayev, Putin o Lukashenko, Europa acepta las reglas de juego de los dictadores legitimando de esta manera su autoridad.