El pasado 21 de enero, cien soldados asaltaron el Ministerio de Información de Asmara, Capital de Eritrea. El Ejército rodeó el edificio con tanques. Doce horas después los medios de comunicación estatales reanudaron su programación, los asaltantes se retiraron y los funcionarios se fueron a sus casas.
Desde entonces se filtran posibles noticias de lo que allí pasó pero no hay confirmaciones fiables. Eritrea es uno de los países más herméticos del mundo con una dictadura férrea, en donde los medios de comunicación privados están prohibidos y no hay corresponsales de prensa extranjera.
Se calcula que Eritrea tiene 30 periodistas encarcelados de los cuales siete murieron en prisión recientemente. Por lo tanto ante dicha “cárcel informativa” tal como la califica Reporteros Sin Fronteras, sólo se recibe información a través de los medios existentes en el exilio, como es el caso de Radio Erena, con sede en París y que cuenta con el apoyo de RSF.
A través de dicha radio se lanzó la alerta del incidente: “asaltantes han tomado el edificio Forto (un enorme edificio de color ocre que se encuentra sobre una pequeña colina con vistas a Asmara). Los soldados han reunido a todos los empleados en una sala y a continuación Asmelash Abreha, director de EriTV leyó obligado un comunicado”, seguía informando Radio Erena.
Dicho comunicado reivindicaba la Constitución de 1997, la liberación de presos políticos así como de todas aquellas personas detenidas cuando intentaban huir del país.
“A continuación se cortó la comunicación y comenzaron a retrasmitir imágenes de archivo. Tanques del Ejército rodearon el edificio y tomaron posiciones frente al Palacio Presidencial y en el aeropuerto. El resto de la ciudad se mantuvo en calma, pero se complicaron las conexiones telefónicas con el exterior del país”, seguía narrando Radio Erena desde París.
Tras estar más de diez horas sin dar información, la televisión asaltada comenzó sus retransmisiones con la noticia de que una fuerte nevada en Paris estaba “perturbando las actividades cotidianas de los franceses”.
Al parecer dicho asalto fue organizado por cuatro militares: el Coronel Osman Saleh, dos oficiales y un Capitán. Osman fue un héroe de la resistencia anti-etíope en la ciudad portuaria de Assab durante la guerra de 1998-2000.
«Los rebeldes se retiraron pacíficamente», dijo el periodista Léonard Vincent, autor de un libro sobre Eritrea, en declaraciones a Radio France Internationale, De hecho, no hubo ni un solo disparo”.