AFGANISTÁN | Los talibanes y el Estado Islámico aumentan los “agujeros negros informativos”

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| Los talibanes y el Estado Islámico aumentan los “agujeros negros informativos”
07.07.2015 17:11
Reporteros Sin Fronteras pide a las autoridades que hagan todo lo posible para proteger a los periodistas y a los medios de comunicación en Afganistán, donde las nuevas amenazas del Estado Islámica se suman a las ya frecuentes de los talibanes, creando auténticos agujeros negros para la información. 
Pese a que países como Estados Unidos, Irán, Noruega o Catar están “normalizando” las relaciones con los talibanes y algunos políticos afganos se están sentando a negociar con ellos, los talibanes han intensificado los ataques armados contra civiles y amenazan abiertamente la libertad de información. 
Los talibanes y ahora los miembros del Estado Islámico, están sembrando el terror en varias provincias del norte del país, incluidas Badakhshan, Nangarhar, Baghlan y Nuristan. La libertad de información en estos territorios ha pasado de estar limitada a ser inexistente dando lugar a agujeros negros informativos. 
Entre los medios de comunicación blanco de los grupos armados se encuentran la radio Donya Novin en Charikar; el equipo de la agencia independiente Pajhwok; y la Voice of America (VOA) en Jalalabad. El 12 de junio, al menos dos de sus periodistas resultaron heridos y, según varias fuentes, fueron víctimas del “primer ataque del Estado Islámico en Afganistán”. 
La lucha se ha intensificado de tal manera en algunas de estas regiones, especialmente en Badakhshan y Nangarhar, que los periodistas se han visto forzados a dejar de trabajar en las localidades que han pasado a control de los rebeldes. 
“Nangarhar siempre ha sido una provincia violenta pero la situación se ha recrudecido en los últimos meses”, afirma un periodista en Jalalabad que prefiere mantenerse en anonimato. “Los rebeldes emprenden acciones violentas casi a diario, pero no podemos cubrirlas. Las fuerzas de seguridad nos han dicho que no garantizan nuestra seguridad y no podemos poner nuestras vidas en peligro, así que no podemos hacer nuestro trabajo que se ha vuelto más difícil si cabe para las mujeres periodistas, que incluso llegan a tener que quedarse recluidas en casa”, añade.
Jalalabad tiene ocho emisoras, tres televisiones y cuatro periódicos que emplean a un total de 60 periodistas, entre los que hay 20 mujeres. “Entre las víctimas civiles de los últimos meses se encuentran dos periodistas retirados, miembros del consejo municipal de Jalalabad: Mofti Moinshah Haqani, presentador de la radio religiosa Sepinghar , asesinado el 29 de junio, y Angizeh Shinvari, una periodista freelance que sufrió un atentado bomba, el 10 de febrero, después de haber sido amenazada con anterioridad por animar a las mujeres, especialmente a las mujeres periodistas, a defender sus derechos y por criticar abiertamente el apoyo de Pakistán a los grupos talibanes”, explica la misma fuente.
Más información (en inglés)