Reporteros sin Fronteras se une al evento «Sin Censura», que se llevará a cabo el 11 de julio de 2013 en México, en el que se realizará una venta de libros con el fin de recabar fondos para apoyar a los numerosos periodistas que se ven obligados a abandonar su región.
Muchos de ellos han optado por irse tras haber recibido amenazas debido a su trabajo. Es el caso de Emilio Lugo, director del portal de noticias Agoraguerrero, quien se vio obligado a dejar el Estado de Guerrero el 16 de abril de 2013, ante la falta de protección por parte de las autoridades.
Emilio Lugo explicó a la organización que recibió amenazas anónimas en su cuenta de Twitter después de publicar el 12 de marzo de 2013, la información sobre un crimen en el que habrían perdido la vida un policía federal, en Acapulco. El periodista presentó inmediatamente una denuncia y pidió protección a la Procuraduría General de la República. La policía federal le dijo que no podía darle protección en su domicilio y le recomendó resguardarse en un hotel de la ciudad –donde se hospedaba la policía federal–. Allí permaneció un mes junto con su esposa.
Finalmente Emilio Lugo decidió dejar Guerrero, con la ayuda del Mecanismo para la Protección de Periodistas y de defensores de los derechos humanos, que depende de la Secretaría de Gobernación. En un artículo publicado el 24 de junio en Agoraguerrero, el periodista denuncia la incapacidad de las autoridades del Estado de “garantizar la libertad de información y la libre expresión», responsabilizando por esta situación al gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Desde el 16 de abril y desde la ciudad en que se encuentra, Emilio Lugo sigue publicando en Agoraguerrero y en las redes sociales información sobre los hechos de violencia en Guerrero, con el apoyo de un reportero que se encuentra en el Estado. Sin embargo, el periodista explicó a Reporteros Sin Fronteras que le será «difícil sostener por mucho tiempo su medio de comunicación en estas condiciones».
El portal informativo Agoraguerrero –creado en 2009– ha sufrido en varias ocasiones presiones por parte del gobierno del Estado debido a su línea editorial, crítica de las autoridades, y a la información que publica sobre hechos de violencia en la región. En 2011 el gobierno del Estado pidió a Emilio Lugo que cerrara el portal y le ofreció una beca para que se dedicara a otra cosa pero no sirvió para nada.
«El Mecanismo federal aún debe mostrar su eficacia. Si bien su creación es un mérito, éste dispositivo aún no ofrece garantías suficientes para que los periodistas o los blogueros puedan desempeñar sus actividades en su región, frente a las amenazas que los rodean”, declaró Reporteros Sin Fronteras. «Este Mecanismo no llegará a ser plenamente eficaz hasta el día en que las autoridades se comprometan verdaderamente en la lucha contra la impunidad”.
Asesinato “no confirmado”
La organización deplora la opacidad y la falta de esfuerzos de las autoridades en la lucha contra la impunidad que marca la mayoría de los asesinatos de periodistas. Prueba de ello es el caso del periodista Mario Ricardo Chávez Jorge, cuyo cuerpo fue encontrado el 24 de junio de 2013 en el Ejido Santa Clara, en el Estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos.
Mario Ricardo Chávez Jorge, del diario El Ciudadano (creado en 2012), habría sido secuestrado hace dos semanas por un grupo armado cuando salía de un cine de Ciudad Victoria junto con su familia, según fuentes no oficiales. Sin embargo, esta información aún no ha sido confirmada por las autoridades. Éstas “no proporcionan ninguna información a los medios de comunicación sobre este asesinato, el gobierno se guarda todo lo que sabe”, señaló Humberto de la Garza (El Redactor) a Reporteros Sin Fronteras.
«Debe realizarse una investigación lo antes posible para identificar a los autores del crimen y determinar el móvil, ya que no puede descartarse que esté relacionado con su actividad profesional”, declaró Reporteros Sin Fronteras. «Por otra parte, es importante informar a los ciudadanos sobre los hechos de violencia registrados en el país. Ocultar esta realidad es volverse cómplice de la impunidad”, agregó la organización.
En México, en la última década, han sido asesinados 87 periodistas y otros 17 han desaparecido; 26 se encuentran actualmente fuera de su región o en el exilio.