Reporteros Sin Fronteras expresa su gran preocupación por la situación del periodista Jairo López, juzgado por difamación en un proceso con graves irregularidades. El periodista se enfrenta además a una campaña de desprestigio.
RSF urge a las autoridades hondureñas a garantizar la protección del periodista y ofrecer las condiciones necesarias para que se realice un proceso justo.
Jairo López, periodista y conductor del informativo ‘El Informador’ del Canal 21 en la ciudad de Choluteca, se enfrenta a un proceso penal por «difamación y calumnia» por la denuncia presentada, en septiembre de 2015, por el empresario Alcides Alejandro Aguilar Corrales, cercano al Gobierno y propietario del Canal 39. López había revelado diversos actos de corrupción. Uno de ellos implicaba presuntamente a Corrales, junto a funcionarios y políticos, entre ellos el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, en un caso de uso irregular del agua.
En la primera audiencia del 1 de febrero de 2017, los jueces encargados del caso informaron de la pérdida de las pruebas presentadas por el abogado defensor.
La parte denunciante solicitó -con éxito- la salida de la audiencia de los observadores internacionales de Peace Brigade International (PBI) y de otras organizaciones locales de defensa de los derechos humanos, como la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos de Honduras (ASOPODEHU), alegando que su presencia “podía afectar a su honor”. A pesar de estas graves irregularidades, el juicio continúa.
“El proceso judicial emprendido contra Jairo López no puede continuar desarrollándose en esas condiciones. El Tribunal de Sentencia de Choluteca debe suspender las audiencias hasta que se encuentren las pruebas proporcionadas por la defensa”, afirma Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de Reporteros Sin Fronteras (RSF). “El Estado hondureño debe garantizar la seguridad de Jairo López otorgándole las medidas de urgencia contempladas en el Mecanismo de Protección de Periodistas (nacional). Asimismo, debe despenalizar los delitos de difamación y de calumnia, utilizados con gran frecuencia por miembros del gobierno para censurar a las voces críticas en el país”, añade.
En paralelo, Jairo López se enfrenta a una campaña de desprestigio. El periodista, uno de los pocos periodistas críticos en la región, que no duda en denunciar de manera constante los abusos de poder (tráfico de influencias, uso indebido de medicamentos, empleos ficticios, etc.) fue uno de los profesionales de la información que difundieron en sus medios un video de los enfrentamientos entre la guardia de seguridad del presidente de Congreso Nacional y unos manifestantes que le lanzaban piedras. Un agente apuntó con un arma de fuego a los manifestantes.
En opinión de Jairo López, la publicación de este material es la causa de la campaña de desprestigio emprendida en su contra que ha llenado Internet y las redes sociales de videos en los que se le acusa de ser el jefe de una banda criminal, de blanqueo de dinero y de tener vínculos con narcotraficantes de la región. Asimismo, Jairo López ha recibido amenazas y afirma haber observado a extraños motociclistas aparcar frente a su domicilio.
En medio de este tenso clima, Jairo López ha solicitado protección al Mecanismo de Protección de Periodistas, pero aún espera que las medidas se pongan en práctica. RSF las considera urgentes para preservar la integridad física del periodista y de su familia.
Honduras ocupa el puesto 137 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.
Consulta más información sobre la situación de la libertad de información en Honduras en el informe Anual elaborado por RSF – España.