La Unión de Reporteros Gráficos y Camarógrafos de Chile ha escrito a Reporteros Sin Fronteras para manifestarle su preocupación ante la posibilidad de que las nuevas manifestaciones, convocadas por el movimiento estudiantil para estos 18 y 19 de octubre, registren actos de violencia. Una preocupación justificada por los numerosos abusos precedentes.
“Reporteros Sin Fronteras exige que estos abusos anteriores se aclaren por completo y que las instituciones militares no pongan ningún obstáculo a las investigaciones. La Unión de Reporteros Gráficos y Camarógrafos tiene razón cuando recuerda el precedente de Víctor Salas como un triste ejemplo de impunidad. Los periodistas que cubren las manifestaciones deben tener garantías, cualesquiera que sean sus medios de comunicación. Una de ellas consistiría en suspender lo antes posible el polémico proyecto de ley que busca convertir a la prensa en confidente de la policía”, declara Reporteros Sin Fronteras.
Además, RSF recuerda que la Alta Comisionada adjunta de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Kyung-wha Kang, visita actualmente Chile. Una visita que precede a la ya efectuada por su colega, el relator de Naciones Unidas sobre Libertad de Opinión y Expresión, Frank La Rue. Kyung-wha Kang debe entrevistarse con las organizaciones estudiantiles y los representantes de las poblaciones indígenas Mapuche, cuyos medios de comunicación también son reprimidos. Reporteros Sin Fronteras espera que la Alta Comisionada de la ONU consiga que las autoridades chilenas escuchen la nueva demanda de información y de debate que se expresa hoy en el país.
La declaración enviada a Reporteros Sin Fronteras por la Unión de Reporteros Gráficos y Camarógrafos de Chile detalla el elevado número de agresiones intencionales padecidas por los reporteros gráficos, con frecuencia acompañadas de detenciones, de las cuales se responsabiliza a las fuerzas del orden. La organización gremial se refiere en especial a los casos recientes de Rodrigo Cisternas, del diario La Tercera, golpeado con un chorro de un vehículo lanza aguas (“guanaco”); de Luis Narváez, del canal Chilevisión, agredido por agentes de las Fuerzas Especiales y después detenido sin ninguna razón, y del fotógrafo Cristian Opazo, golpeado en el rostro con un proyectil lacrimógeno. También se cita el caso, más antiguo, de Víctor Salas, de la agencia española EFE que perdió un ojo tras ser aporreado por un carabinero durante una manifestación de profesores en Valparaíso, en 2008, hecho por el que nunca se ha hecho justicia.
A los carabineros no les gustan las imágenes transmitidas por los medios de comunicación o por los mismos estudiantes que cubren los acontecimientos. Así, el 29 de septiembre pasado en las inmediaciones de la Universidad de Concepción, Nicolás Salazar, estudiante de historia, fue golpeado y detenido por los carabineros por estar grabando cuando estos atacaban a otro estudiante.
Los estudiantes presentaron una denuncia por esta agresión. La Asociación de Corresponsales de la Prensa Internacional de Chile presentó otra querella por la detención ilegal y la confiscación de material de Fernando Fiedler, fotógrafo de la agencia informativa Inter Press Service, quien tras presenciar la violencia de las fuerzas del orden fue víctima de su brutalidad el 6 de octubre.
