- La AFSCA, órgano regulador de los medios de comunicación, rechazó el plan de adecuación presentado por el grupo Clarín y deja paso a la actuación de oficio
- Reporteros Sin Fronteras reitera su apoyo a los principios generales de la Ley de Medios y pide un estricto respeto de los procedimientos previstos en la adecuación de Clarín
El órgano que regula a los medios de comunicación en Argentina rechazó el 8 de octubre de 2014 el plan de adecuación a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual presentado por Clarín, el principal grupo multimedios del país. Cinco años después de que la nueva ley fuese aprobada, el Estado anunció que se hará cargo de la reestructuración del grupo.
Continúa la pugna entre el gobierno y Clarín, el principal grupo multimedios de Argentina. Para cumplir con la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), la justicia argentina obligó al grupo Clarín en 2013 a ceder una parte de sus licencias de radio y televisión.
La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), rechazó el pasado 8 de octubre el plan presentado por Clarín para adaptarse a la norma, que consistía en dividir el grupo en seis empresas independientes. El órgano regulador de los medios anunció que el Estado se encargará de la reestructuración del grupo.
El presidente de AFSCA, Martín Sabbatella, señaló que el plan de adecuación voluntaria presentado eran “maniobras claras que burlan el espíritu de la ley”, debido a que se encontraron vínculos societarios y comerciales entre los administradores y a la falta de independencia entre las nuevas entidades.
El directorio de la AFSCA aprobó finalizar los procedimientos de adaptación voluntaria del grupo Clarín (con 5 votos a favor y 2 abstenciones) y dar así inicio a la adecuación de oficio, lo que significa que a partir de ahora el Estado argentino se encargará de hacer una evaluación, tras la cual lanzará una licitación para la venta de las licencias de difusión de algunas de las empresas del grupo que excedan las nuevas normas.
Clarín denunció en un comunicado «el intento del gobierno de avanzar en una arbitraria e ilegal adecuación de oficio”, buscando “apropiarse” de los medios de comunicación del grupo, y afirmó que recurrirá a todas las instancias que corresponda para resguardar sus derechos y que se cumpla el plan de adecuación propuesto.
“Reporteros Sin Fronteras reitera su apoyo a los principios generales de la LCSA, que refuerza el pluralismo y la libertad de información en el país y cuya entrada en vigor no debe verse afectada por la fuerte polarización política y mediática del país”, señaló Lucie Morillon, Directora de Programas de la organización. “La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual debe demostrar su independencia, así como un estricto respeto de los procedimientos previstos por la ley en la adecuación del grupo Clarín a la LCSA”, agregó.
Hace años –desde que la LSCA fue aprobada, en octubre de 2009– que el grupo Clarín y el gobierno Kirchner protagonizan una verdadera guerra mediática. La LSCA remplazó a la Ley de Radiodifusión de 1980, heredada de la dictadura militar, con el propósito de democratizar el mercado de frecuencias audiovisuales en el país, limitando la concentración de los medios de comunicación: reduce la cantidad de frecuencias de radio abiertas (hertzianas) que puede concederse a un mismo grupo de medios de comunicación e impide que éste pueda ser a la vez, en la misma localidad, concesionario de un canal abierto y propietario de una empresa de producción y distribución televisual por cable.
Clarín, uno de los principales grupos de medios de comunicación de la región, fue el más afectado por la nueva ley. Tras una larga batalla judicial, deberá someterse a una desinversión importante. El grupo acusa a la presidenta Cristina Kirchner de intentar debilitar a un grupo independiente y crítico de su política, mientras que la mandataria ha afirmado en varias ocasiones que Clarín manipula la información contra el gobierno, motivado por intereses privados.
Argentina se encuentra en el lugar 55, entre 180 países, en la edición 2014 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras.