Reporteros Sin Fronteras espera que la nueva Constitución, promulgada por el Presidente Robert Mogabe la semana pasada, que garantiza un mayor nivel de democracia y libertad de expresión -a priori- reduzca el efecto negativo de muchas leyes actuales que afectan a la libertad de prensa en Zimbabue. Dicha legislación sigue permitiendo acusar criminalmente a muchos periodistas por ejercer su profesión, como se puede comprobar todavía en muchos casos recientes.
La Constitución también establece la celebración de elecciones, esperadas desde hace años. El partido del Presidente, Zanu-PF, desea celebrarlas lo antes posible y maneja como fecha el 29 de junio. Pero el partido de la oposición, liderado por el Primer Ministro Morgan Tsvangirai, pide una serie de reformas previas, entras las que se incluye la libertad la libertad de prensa.
Sin entrar las discrepancias en el gobierno compartido de Zimbabue, Reporteros Sin Fronteras considera que las solicitudes del Primer Ministro ponen de relieve la urgente necesidad de que los informadores tengan garantizado el ejercicio de su profesión en libertad y seguridad. «La nueva constitución es un nuevo paso, pero no suficiente si no hay unas elecciones transparentes y los periodistas no pueden hacer su trabajo. En todas las regiones del país los periodistas de Zimbawe, especialmente los que pertenecen a medios privados, son víctimas todavía de constantes campañas de acoso e intimidaciones, mientras que los profesionales de medios estatales están sujetos a los controles gubernamentales», apunta RSF, que recuerda la presencia de Mugabe en la última lista de Depredadores de la Libertad de Información, publicada por la organización el pasado 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa.
- Uno de los últimos ejemplos ha sido la detención del editor del semanario Zimbabwe Independent, Dumisani Muleya, y la de su redactor, Owen Gagare, el 7 de mayo, acusados de publicar «mentiras» en una publicación del 26 de abril sobre una supuesta reunión secreta del Primer Ministro con oficiales del ejército. Pasaron varias horas en la comisaría, donde fueron interrogados, antes de ser puestos en libertad.
- El periodista Dingilizwe Ntuli, reportero también del Zimbabwe Independent, fue amenazado por la policía con ser encarcelado por criticar en un artículo al jefe de la policía de Harare.
- La periodista Ropafadzo Mapimhidze, propietaria del diario privado NewsDay, fue denunciada e interrogada, en febrero, en la comisaría de Masvingo.
- A Stanley Gama, editor del Daily News, le pidieron que revelara sus fuentes por una publicación sobre terrorismo en Masvingo. El periodista también está denunciado por difamar al Presidente Mugabe tras escribir sobre una supuesta violación de éste a una niña de 11 años.
Los dos periodistas del Zimbabwe Independent han sido acusados formalmente por la policía de «publicar o comunicar falsedades perjudiciales para el Estado», un delito que puede condenarles a una pena de hasta 20 años de cárcel y elevadas multas.
La legislación sobre la difamación permite a los ciudadanos presentar quejas contra los periodistas y los medios de comunicación ante la Comisión de Medios de Zimbawe que, según la Ley de 2002 de Acceso a la Información y Protección de la Privacidad, puede cerrar los medios que considere «imprudentes». Una potestad usada sobre todo cuando los periodistas cubren casos de corrupción.
Mientras, el ministro de Información, Webster Shamu, ha reiterado la posición del Gobierno sobre libertad de prensa, en una conferencia en la sede del partido del Presidente, el 10 de mayo: «Hemos construido un país con los fusiles, no serán ahora los bolígrafos los que ganen la partida».