UCRANIA | A la caza de periodistas y medios en el este del país

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| A la caza de periodistas y medios en el este del país
10.04.2014 15:08

Reporteros Sin Fronteras condena los ataques contra periodistas y medios de comunicación en los disturbios que tienen lugar en el este de Ucrania desde el 6 de abril. Las oficinas de varios canales de televisión regionales en Donetsk, Kharkiv y Lugansk fueron atacadas en la noche del 7 de abril, y varios periodistas han sido acosados ​​y agredidos en Járkov y Lugansk.

«Los periodistas tienen que poder hacer su trabajo de información con total seguridad y sin tener que elegir uno u otro bando», ha dicho Johann Bihr, responsable de Reporteros Sin Fronteras para Europa del Este y Asia Central.

«Instamos a todas las partes del conflicto a que respeten el trabajo de los medios de comunicación y a que dejen de tomar rehenes con fines políticos. Las autoridades ucranianas tienen la obligación de proteger a los periodistas y de llevar ante la justicia a todos aquellos que los atacan».

El periodista de Ukraina TV Grigori Pirlik fue acosado por un grupo de activistas prorrusos mientras se hacía una información en Kharkiv el 6 de abril. Sobre este hecho, dijo que muchos medios están mal vistos en dicha ciudad.

Alrededor de 50 activistas enmascarados irrumpieron en los locales de la televisión ATN en Kharkiv en la tarde del 7 de abril, y destruyeron todos los ordenadores, cuadernos y archivos de los periodistas, a la vez que anunciaron que tenían intención de «controlar» el trabajo de la emisora. Ordenaron que se reanudase la emisión de programas rusos y amenazaron al consejero delegado de la cadena, Oleg Yuhtu.

Ha habido intentos de ataques en las delegaciones regionales de la televisión pública en Donetsk y Kharkiv. Un grupo formado por decenas de hombres también trató entrar en las oficinas de la cadena IRTA TV en Lugansk, pero por los guardias de seguridad que protegen el edificio se lo impidieron.

El 9 de abril, manifestantes prorrusos estacionadas frente a la sede del servicio de seguridad de Lugansk hostigaron a periodistas de televisión de los canales NTN y Ukraina. En circunstancias similares y en el mismo lugar fue golpeado en la cabeza  Alexei Movsenian, camarógrafo de la televisión local LOT, el 6 de abril. La policía abrió una investigación sobre el incidente, tratándolo como «obstrucción deliberada de la actividad profesional del periodista» en virtud del artículo 171 del código penal.

Los periodistas se manifestaron en Kharkiv el 8 de abril en protesta contra estos ataques y para exigir que se les permita trabajar con libertad. La Unión Nacional de Periodistas y el Sindicato de Medios Independientes emitieron un comunicado conjunto en el que destacaban la necesidad de que las autoridades proporcionen a los periodistas una protección efectiva.

Estas dos organizaciones ya habían expresado su indignación por la pasividad de la policía cuando las instalaciones de la ATN fueron atacadas. También destacaron la importancia de que los periodistas muestren imparcialidad y objetividad en medio de la tensión permanente.

Los disturbios de los últimos meses han afectado en gran manera a la libertad de información y la seguridad de los periodistas. IMI, una ONG asociada a Reporteros Sin Fronteras, ha registrados 196 agresiones contra periodistas en el primer trimestre de 2014.

En Crimea, durante el pasado marzo, los periodistas fueron acosados ​​, secuestrados y detenidos ilegalmente por las milicias prorrusas. Las señales de las televisiones locales y ucranianas fueron interrumpidas en Crimea y, en el resto de Ucrania, se cortó la emisión de los principales canales de televisión nacionales rusos.

Desde la incorporación de Crimea a Rusia, varios medios de rusos han informado de casos de periodistas devueltos a la frontera con Ucrania. Cuando el reportero de Kommersant Andrei Kolesnikov y el fotógrafo Dmitri Azarov intentaron llegar a Kharkiv el 8 de abril para cubrir los acontecimientos en esa ciudad, los guardias de la frontera les negaron la entrada. El motivo oficial del rechazo es que no llevaban suficiente dinero consigo.

Desde diciembre de 2013, los extranjeros han tenido que demostrar que tienen una cantidad mínima de fondos a su disposición si desean visitar Ucrania. Kommersant insiste en que Kolesnikov llevaba más que el mínimo exigido por el nuevo decreto.