TURQUÍA | RSF condena el abuso de la legislación de lesa majestad en Turquía
Mientras Turquía sienta en el banquillo a un periodista por criticar el uso del artículo 299 del código penal turco, que establece que insultar al presidente se castiga con pena de cárcel, Reporteros Sin Fronteras (RSF) reitera su llamamiento a que se derogue dicho artículo.
El columnista del periódico BirGün, Erk Acarer, se enfrenta a una posible sentencia de cuatro años y ocho meses en prisión por una columna de 2016 en la que criticaba la manera en la que se abusa del artículo 299 y la decisión del presidente Recep Tayyip Erdogan de presentar cargos contra un joven manifestante. El juicio ha comenzado este 20 de octubre ante un tribunal penal de Estambul. Acarer está siendo juzgado in absentia ya que decidió exiliarse en Europa.
El joven manifestante fue acusado de insultar al presidente Erdogan después de protestar sobre la impunidad en el caso de Berkin Elvan, un adolescente herido de muerte por la policía durante una ola de protestas contra el gobierno en Estambul en 2013.
El artículo 299, usado sobre todo contra los periodistas y lo que escriben en reportajes de periódicos, artículos y libros, se ha mantenido en el código penal a pesar de las reformas llevadas a cabo en 2005 con el objetivo de facilitar la admisión de Turquía en la Unión Europea y a pesar del llamamiento de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa para su derogación en 2016.
Desde que Erdogan fue elegido presidente en 2014, el portavoz de RSF Turquía ha asistido a más de 100 juicios de trabajadores de medios, de los cuales 61 fueron sentenciados a penas de cárcel (a veces suspendidas) bajo el artículo 299 o a multas por el equivalente a 1.200€.
Los últimos procesos son los del periodista independiente Mustafa Hoş y del columnista de la página web P24 Ahmet Sever, cuyas audiencias se celebraron el 15 de septiembre en Estambul. Hoş está acusado por su biografía de Erdogan, titulada “El gran jefe”, donde hace referencia a la sentencia que el actual presidente turco cumplió en 1999 por el cargo de incitar al odio. Sever está acusado por su libro “Tuve que hablar”, donde relata los vínculos de Erdogan con el expresidente Abdullah Gül. Las siguientes audiencias de sus juicios, a las que RSF seguirá asistiendo, se celebran el 22 de octubre y el 3 de diciembre.
“Es hora de que las autoridades turcas deroguen su represiva y antidemocrática legislación de lesa majestad y cumplan con la ley internacional”, señala Erol Onderoglu, representante de RSF Turquía. “El uso indebido del artículo 299 con el objetivo de reprimir toda crítica hacia Recep Tayyip Erdogan constituye una grave limitación para el derecho a informar y el derecho de acceso a la información de interés público”.
Durante la visita de una delegación de prensa de una ONG a Turquía -del 6 al 9 de octubre y organizada por el Instituto Internacional de Prensa- para discutir las violaciones de la libertad de prensa con los medios de comunicación y las autoridades turcas, Onderoglu preguntó a los representantes del Tribunal Constitucional de Turquía por qué no aprovecharon la oportunidad para derogar el artículo 299 en 2016, en respuesta a una solicitud de los tribunales penales de Estambul e Izmir. El Constitucional argumentó que el mero hecho de mantener el artículo en el código penal no constituye una violación de la carta magna.
Pero, en la práctica, los tribunales turcos abusan constante y sistemáticamente de este artículo para perseguir a escritores, reporteros, columnistas y editores. En los últimos 6 años, importantes figuras de los medios de comunicación como Sedat Ergin (Hürriyet), Özgür Mumcu (ex columnista de Cumhuriyet), Can Dündar (ex editor del Cumhuriyet y ahora exiliado por decisión propia en Alemania), Barış İnce (BirGün) y Ahmet Altan (ex editor de Taraf), han sido todos procesados.
Algunos de ellos han criticado la personalidad autoritaria del presidente, ya sea directamente o citando las críticas de otras personas. Hasan Cemal, columnista de Milliyet, por ejemplo, recibió una sentencia de casi un año de prisión suspendida en marzo de 2017, entre otras cosas, por citar al político opositor Kemal Kılıçdaroğlu’s refiriéndose a Erdogan como un “dictador”.
Otros, como el ex editor de Cumhuriyet, Can Dündar y el abogado Abbas Yalçin, fueron procesados por sus presuntos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ilegal en Turquía e incluido en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea. Juzgados por un editorial del 2015 en el que se citaba a un líder del PKK, fueron absueltos el enero pasado con el argumento de que el juicio no se había llevado a cabo dentro de los cuatro meses reglamentarios. El ex columnista de Cumhuriyet, Özgür Mumcu fue también absuelto por criticar que Erdogan siguiera acusando a un manifestante de la región de Hopa que había muerto a causa de los efectos de los gases lacrimógenos de la policía.
A pesar de las abusivas acusaciones bajo el artículo 299, el presidente Erdogan se jactó de los progresos de Turquía con respecto a la libertad de expresión en un discurso que marcó el inicio del nuevo año judicial el 2 de septiembre. “En nuestra legislación, hemos reforzado el derecho a la crítica y a la información, un componente de la libertad de expresión,” afirmó.
Turquía ocupa el puesto 154 de los 180 países de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF.