TURQUÍA | Erdogan visita Francia: RSF insiste en que debe dejar de aplastar la libertad de prensa

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| Erdogan visita Francia: RSF insiste en que debe dejar de aplastar la libertad de prensa
05.01.2018 18:58

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibe este 5 de enero la visita de su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Reporteros Sin Fronteras (RSF) subraya la urgencia de defender la libertad de prensa en Turquía, donde la persecución sin precedentes de periodistas es una fuente de desestabilización tanto para Turquía como para toda Europa.

Se trata de la primera visita del presidente Erdogan a Francia desde el intento de golpe de Estado de julio de 2016, que sumió a su país en una espiral de represión sin precedentes.

La ya preocupante situación de los medios en Turquía se ha vuelto crítica desde entonces. Situada en el puesto 155, entre 180 países, en la última Clasificación Mundial de la libertad de prensa de RSF , Turquía es en la actualidad la mayor cárcel del mundo para los periodistas profesionales, se han cerrado alrededor de 150 medios y el pluralismo se ha reducido a un puñado de periódicos acosados.

En su discurso a la prensa del 3 de enero, el presidente Macron prometió que «en unos días continuará planteando a Turquía la situación de los periodistas que están encarcelados e impedidos de ejercer su profesión».

«Presidente Macron, contamos con usted para cumplir su promesa, así como solicitar firmemente la restauración del pluralismo en Turquía y la liberación de los periodistas injustamente encarcelados», apunta el secretario general de RSF, Christophe Deloire.

«La estrategia del presidente Erdogan de mantener la tensión, que crispa el clima político y evita un debate público democrático, está llena de peligros tanto para Turquía como para Europa. Es probable que aumente la inestabilidad y se acentúe las profundas grietas en una sociedad muy polarizada. A nadie le conviene permitir que Turquía se vuelva tan impredecible».

La mayoría de los periodistas encarcelados de Turquía están detenidos a la espera del resultado de sus juicios. Algunos llevan ya retenidos más de un año.

Uno de ellos es Ahmet Şık, apadrinado por periodistas españoles en el marco de la campaña de apoyo a encarcelados de RSF España. Este periodista de investigación fue interrumpido después de hablar durante dos minutos durante su última comparecencia en la corte y fue expulsado de la sala del tribunal.

También Şahin Alpay, editorialista de 73 años, que ha estado detenido por más de 500 días a pesar de tener problemas cardíacos, o Ahmet Altan, conocido comentarista que afronta la posibilidad de tres condenas de cárcel por supuestamente enviar «mensajes subliminales» durante una aparición televisiva.

La mayoría de los periodistas encarcelados están acusados de tener vínculos con grupos terroristas o de complicidad en el intento de golpe, cargos que conllevan la posibilidad de cadena perpetua.

Pero en la práctica, criticar al gobierno, trabajar para un medio de comunicación «sospechoso», contactar a una fuente delicada o usar una aplicación de mensajería encriptada son considerados por los tribunales como motivos para encarcelar a un periodista sin tener que demostrar ninguna participación individual en actividades delictivas.