RUSIA | Chechenia ratifica los tres años de prisión para el periodista Zhalaudi Geriyev, condenado sin pruebas
Reporteros Sin Fronteras (RSF) lamenta la decisión del Tribunal Supremo de Chechenia, que este 28 de diciembre confirmó la sentencia de tres años de cárcel del joven periodista Zhalaudi Geriyev, a quien la corte de distrito de Shali condenó en septiembre por un cargo fabricado de posesión de drogas.
Al igual que ocurrió en el primer juicio, no se presentó ante el Tribunal Supremo ninguna prueba que apoyara la acusación, aparte de la “confesión” que Geriyev hizo bajo coacción en el momento de su detención y de la que inmediatamente se retractó.
Geriyev, que colaboraba con el diario digital independiente Kavkazsky Uzel, fue acusado de estar en posesión de más de 150 gramos de cannabis que iba a fumar. Pero el caso estuvo plagado de contradicciones e infracciones de procedimiento.
El tribunal ignoró sistemáticamente un testimonio de la defensa que confirma que tres hombres vestidos de civil secuestraron a Geriyev del minibús que lo llevaba a la capital chechena, Grozni, desde donde tenía previsto viajar a Moscú por razones relacionadas con su trabajo.
Geriyev dijo al tribunal que sus secuestradores lo llevaron a un bosque donde le dieron una paliza, lo torturaron y lo interrogaron. Después, confiscaron su mochila y se lo llevaron a un cementerio en el pueblo de Kurchaloi, donde finalmente le arrancaron su “confesión” y lo pusieron bajo detención.
Las quejas de Geriyev sobre los malos tratos que sufrió fueron archivadas en tres ocasiones, antes de ser examinadas, y no tuvieron consecuencias. Su abogado, Alaudi Musayev, ha anunciado su intención de remitir el caso a la Corte Europea de Derechos Humanos.
“Aparte del deseo de castigarlo por sus actividades periodísticas, no hay motivos para condenar a Zhalaudi Geriyev “, señala Johann Bihr, responsable para Europa del Este y Asia Central de Reporteros Sin Fronteras.
“Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades para que corrijan esta injusticia y anulen su condena sin demora. Ya es hora de que la comunidad internacional preste atención a Chechenia, que se encuentra indefensa frente a la inacabable represión de Ramzan Kadyrov”.
El periodismo independiente ha sido prácticamente erradicado en Chechenia, una república autónoma rusa traumatizada por dos guerras sangrientas y que lleva siendo gobernada con mano de hierro por Kadyrov desde 2007.
La total impunidad con la que la célebre periodista y defensora de los derechos humanos Natalya Estemirova fue asesinada en 2009 reforzó el clima de miedo que reina en la región, algo que Reporteros Sin Fronteras ha descrito en varios informes, el más reciente, en 2011.
Si alguno de los periodistas que quedan se atreve a desafiar el consenso oficial y el obligatorio entusiasmo a favor del gobierno, recibe una advertencia o una amenaza y se presiona a sus familiares. El acoso a los críticos se ha intensificado durante el último año. El más mínimo comentario en las redes sociales puede ahora tener consecuencias nefastas.
Kadyrov suele calificar a los periodistas independientes y a los miembros de la oposición liberal de Rusia como “traidores” y “enemigos del pueblo”.
Rusia ocupa el puesto 148, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras. Tanto el presidente ruso como el líder checheno figuran en la lista de Depredadores de la Prensa de RSF. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.
