Reporteros Sin Fronteras exige explicaciones sobre la expulsión de Marruecos de los periodistas españoles José Luis Navazo y Fernando Sanz :: Reporteros Sin Fronteras

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MARRUECOS / ESPAÑA | Reporteros Sin Fronteras exige explicaciones sobre la expulsión de Marruecos de los periodistas españoles José Luis Navazo y Fernando Sanz
26.07.2017 21:55
  • La organización pide al Gobierno de Rabat que rectifique e insta al Gobierno español a interceder

Reporteros Sin Fronteras condena la expulsión de Marruecos de los periodistas españoles José Luis Navazo y Fernando Sanz, que fueron llevados sin explicaciones al puesto fronterizo con Ceuta, el 25 de julio, después de varias semanas cubriendo la ola de protestas en la norteña región del Rif. La organización pide explicaciones al gobierno de Rabat sobre esta expulsión e insta al gobierno español a interceder por los periodistas.

“Hacia las ocho de la tarde, llamaron tres policías vestidos de civil al domicilio de mi jefe, José Luis Navazo, en Tetuán y nos dijeron que les acompañásemos. Guardamos nuestro material de trabajo y dispositivos tecnológicos y nos dirigimos con ellos en un coche sin identificar a la comisaría. Me quitaron el teléfono móvil, pero no lo manipularon, al menos a simple vista, porque vi cómo el agente que lo requisó no lo tocaba. Creo que era para que no hiciera llamadas. Una hora más tarde, dos policías nos metieron en un coche en dirección hacia Ceuta. Fue cuando tomamos conciencia de que nos iban a expulsar. Aunque el trato de la policía fue en todo momento amable y cortés, nos dejaron en el puesto fronterizo marroquí, hacia las once, sin ninguna explicación”. Así relata a Reporteros Sin Fronteras el periodista freelance Fernando Sanz su deportación, en la noche del 25 de julio, de Marruecos, junto al director del diario digital “Correo Diplomático” y también periodista José Luis Navazo.

Sanz estaba a punto de regresar a España y de finalizar un mes de trabajo cubriendo las revueltas en Alhucemas y otras historias relacionadas con la situación actual del Rif, como colaborador de “Correo Diplomático”. Su caso es muy diferente del de José Luis Navazo, que deja atrás 17 años de residencia en el país, una esposa marroquí profesora funcionaria de Educación y dos hijos de nacionalidad española. “Estoy totalmente desconcertado. No entiendo lo que ha pasado, ni creo que ellos puedan explicarlo, porque no hay ningún motivo”, dice Navazo, aún bajo el impacto de lo acontecido.

“El pasado día 20, tras la manifestación que se convocó en Alhucemas, se nos acercó un policía chapurreando español, muy educado, para hablar con nosotros. Son detalles que vas hilando a posteriori”, indica Fernando Sanz, que no tiene duda, como su compañero, de que su deportación está relacionada con la cobertura de los sucesos del Rif. “Puede ser”, añade el director de “Correo Diplomático”, “pero oficialmente es imposible que nos acusen de nada irregular. Respetamos las leyes marroquíes, no hemos infringido ninguna, llevo trabajando 17 años en el país sin problemas, soy conocido por las autoridades de la zona y la información que cubro en el diario recoge siempre todas las versiones, incluida la del Gobierno de Marruecos. No usamos tretas ni subterfugios para realizar nuestra labor periodística, somos plenamente transparentes”, añade.

El propietario y director de “Correo Diplomático” lleva en Marruecos desde 1972 y ha residido ininterrumpidamente en el país durante los últimos 17 años. “Yo amo a Marruecos, nunca haría daño a Marruecos, ni hablaría mal del país”, se lamenta desde Ceuta. “Técnicamente no hemos sido expulsados, porque no se nos ha facilitado ningún documento que lo acredite. No sé si porque dejan la puerta abierta a una posible solución, pero estamos en un limbo legal”, añade.

“Correo Diplomático” era, en origen, un medio en español, creado en Marruecos. El año pasado, José Luis Navazo decidió adquirir el diario “como una oportunidad para trabajar y escribir con tranquilidad en el país”, aunque posteriormente registró el diario en España, porque legal y administrativamente le resultaba más cómodo. “Solo fue un trámite, pues he seguido trabajando en Marruecos y cubriendo la actualidad marroquí, con planes para crear una corresponsalía en el país y cubrir incluso varias zonas del norte de África”, explica.

“Van a tener muy difícil justificar lo que han hecho”, insiste el periodista español. “En Marruecos solo está prohibido grabar vídeos en la calle y nunca lo hemos hecho. Siempre nos hemos identificado como periodistas, hemos entrevistado al alcalde de Alhucemas y siempre hemos recogido opiniones de las autoridades, no hemos obrado en la sombra”, explica. Fernando Sanz dispone, de hecho, del Carnet Internacional de Prensa, vinculado a un convenio con la prensa marroquí, que fue entregado a las autoridades del país cuando el periodista cruzó la frontera de entrada, a finales de junio.

“Es cierto que he seguido temas delicados, algunos en primicia, desde hace años, que he cubierto todo el tema de las revueltas, que he defendido la dimisión del Gobernador de Alhucemas y que Mohammed Al Asrihi, director del diario digital Rif24h, actualmente incomunicado, es amigo mío, pero no he hecho nada de lo que se me pueda acusar”, se defiende Navazo. Reporteros Sin Fronteras denunció en su día la situación de Al Asrihi y de otros periodistas amedrentados y encarcelados en Marruecos. La organización lleva meses defendiendo a los periodistas marroquíes y extranjeros que cubren las revueltas del Rif.

Junto a represalias por informar sobre los disturbios en Alhucemas, Navazo cree que su expulsión junto a Fernando Sanz puede obedecer a la necesidad de encontrar un chivo expiatorio. “Puede que seamos una cabeza de turco. ¡Hasta me han acusado de ser el jefe de los servicios secretos en Argelia!”, explica con sorna el periodista.

“Reporteros Sin Fronteras urge a las autoridades marroquíes a que expliquen públicamente por qué se ha expulsado a José Luis Navazo y Fernando Sanz de esta forma tan repentina y arbitraria, y exige una rectificación inmediata, para que José Luis Navazo pueda reunirse con su familia en Tetuán y volver a ejercer el periodismo en Marruecos. También pedimos al Gobierno español que interceda por los dos compañeros a la mayor brevedad”, afirma Rosa Meneses, secretaria general de Reporteros Sin Fronteras España. “El Rif está a punto de transformarse en un agujero negro informativo, como el Sahara Occidental, por lo que no dejaremos de defender a los compañeros marroquíes que esgrimen con valentía su derecho a informar”, añade. La Embajada española en Rabat y el consulado en Tetuán que contactaron con los dos periodistas y les comunicaron que pedirán aclaraciones a las autoridades marroquíes.

“Mis dos hijos pequeños están en Tetuán, mi esposa es marroquí, tengo 5.000 libros en mi casa, muchos sobre Marruecos. Yo he apostado por este país, al que quiero. Y no sé si volveré, cuándo volveré, si dentro de mucho o dentro de poco. Lo que sí sé es que yo no me voy a callar la boca”, sentencia Navazo.

La ola de protestas en el Rif se está convirtiendo en un tabú informativo más en Marruecos, junto a asuntos como la monarquía, el Islam o el Sáhara Occidental. En los últimos días, Reporteros Sin Fronteras ha denunciado la escalada de violaciones de la libertad de presa en la región del Rif, con numerosas detenciones de periodistas y periodistas ciudadanos, condenas de cárcel y deportaciones de periodistas extranjeros.

El director de “Correo Diplomático” se une a los llamamientos de RSF por la liberación de periodistas encarcelados en Marruecos y por la defensa de la libre información en el Rif. “Nosotros estamos bien. No me preocupo por nosotros, ni por mi medio. Me preocupan los periodistas encarcelados en Casablanca y las mujeres y niños gaseados en Alhucemas. Esos no tienen opciones”, concluye.