NAGORNO-KARABAJ | La cobertura del conflicto se vuelve más compleja y peligrosa para los periodistas

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las fuerzas de Azerbaiyán y de Armenia que garanticen la seguridad del personal de los medios de comunicación y que no les ataquen, ya que las condiciones siguen empeorando para los periodistas que cubren el conflicto entre ambos países por la disputada región de Nagorno-Karabaj.

Las condiciones de los reporteros se han ido deteriorando constantemente desde el inicio del conflicto, el 27 de septiembre, en esta región separatista, habitada en su mayoría por armenios pero dentro del territorio de Azerbaiyán.

Stepanakert, la autoproclamada capital de la república a la que se ha cortado parcialmente el acceso, está siendo objetivo de continuos bombardeos. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia y los reporteros que se encuentran allí, en la región hay actualmente unos 80 periodistas, la mitad de ellos internacionales. Sin embargo, el empeoramiento de la situación sobre el terreno ha restringido su libertad de movimientos y algunos de ellos han optado por marcharse.

Al menos siete periodistas han resultado heridos hasta el momento, entre ellos el reportero francés Allan Kaval y el fotógrafo Rafael Yaghobzadeh. El periodista ruso Yuri Kotenok fue herido gravemente durante el bombardeo de Shushi, una ciudad histórica a 15km al sur de Stepanakert. Otros periodistas se han librado por poco de resultar heridos.

El incidente más reciente ha sido el alarmante ataque a un grupo de reporteros que llevaban chalecos antibalas con la palabra “Press” claramente señalada. Los atacaron de  cuando abandonaban Martuni, una ciudad a 40km al este de Stepanakert, el 27 de octubre.

Tom Mutch, periodista independiente de Nueva Zelanda que trabaja para el periódico británico Byline Times, Chuck Holton, corresponsal de guerra para la emisora estadounidense Christian Broadcasting Network (CBN) y un equipo de Estados Unidos enviado por el medio digital armenio Civilnet.am ha contado a RSF que fueron atacados deliberadamente después de ser identificados por drones. Los periodistas iban en coches señalados con la palabra “Press” y no había ningún objetivo militar en la zona.

Al otro lado de la línea del frente, un misil antitanque rozó el vehículo del equipo de Euronews que había sido escoltado ese mismo día por soldados de Azerbaiyán por una carretera cerca de Talish.

“La vida de los periodistas, testigos esenciales de lo que sucede en las guerras, no pueden ser puestas en peligro deliberadamente por los contendientes”, ha declarado Jeanne Cavelier, jefa del departamento para Europa del Este y Asia Centrar de RSF.

“Les recordamos que la resolución aprobada en diciembre de 2015 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condena todos los abusos y violaciones contra periodistas en conflictos armados. Disparar de manera deliberada a periodistas es una flagrante violación de la ley internacional. Las operaciones militares no deben poner en peligro a periodistas que están claramente identificados. Las autoridades de ambos bandos también tienen la obligación de investigar todos los incidentes graves que involucren a los periodistas”.

Dos países bajo la ley marcial

Aparte de los problemas de seguridad, el trabajo de los periodistas también se ha complicado por la declaración de la ley marcial tanto en Armenia como en Azerbaiyán a finales de septiembre.

Azerbaiyán, liderado por el autoritario presidente Ilham Aliyev, ha aumentado las restricciones a Internet y la censura. Las redes sociales como Twitter y Facebook han sido bloqueadas, aunque sean esenciales para los pocos medios de comunicación independientes que intentan publicar información. Los periodistas internacionales que cubren el conflicto no pueden circular libremente. Además, los reporteros que entraron en Nagorno-Karabaj desde Armenia pueden encontrarse en la lista negra que las autoridades azerbaiyanas llevan publicando desde 2013 y que incluye a al menos 130 periodistas.

En Armenia, un decreto aprobado el 8 de octubre prohíbe la publicación de información crítica con el gobierno, los funcionarios y las administraciones públicas. Esto expone a los medios de comunicación a posibles multas, congelación de los activos y eliminación de contenido online. Ese mismo día, el Ministerio de Relaciones Exteriores anuló la acreditación de Ilya Azar, periodista del periódico independiente ruso Novaya Gazeta – oficialmente por razones administrativas, pero el ministerio citó un artículo que no le gustó-.

La separación de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán provocó una guerra anterior a principios de la década de 1990. Azerbaiyán ocupa el puesto 168 de los 180 países de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF, mientras que Armenia ocupa el puesto 61.