MARRUECOS | Amenazado el periodista Hamid Naimi tras su participación en Popular TV Melilla

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| Amenazado el periodista Hamid Naimi tras su participación en Popular TV Melilla
03.08.2012 19:14
Reporteros Sin Fronteras manifiesta su preocupación por la seguridad de Hamid Naimi, periodista marroquí refugiado en Francia desde 2005, que ha interpuesto una denuncia por amenazas ante la policía española de Melilla. 
Naimi es seguido por desconocidos y recibe casi a diario amenazas telefónicas desde que participó en el programa Popular TV Melilla para denunciar casos de corrupción y desvíos de fondos públicos que involucran a altos dignatarios del régimen marroquí, en especial en la región del Rif, limítrofe con Melilla. Difundido desde el 6 de julio de 2012, el programa aborda robos, secuestros y persecución de bereberes en la frontera entre España y Marruecos.
Hamid Naimi, que ya ha sufrido agresiones en Melilla en dos ocasiones anteriores, es una reconocida figura de la oposición marroquí, colaborador de diversos medios de comunicación -como la cadena de noticias France24 y la web informativa Maghreb.info– y propietario del diario Kawalis Rif, cerrado en 2006 por el Ministerio de la Justicia. 
Abdelwafi Hartit, director del programa Amazigh de Popular TV Melilla, organizó una conferencia de prensa, el 18 de julio, para denunciar las amenazas del servicio de inteligencia marroquí (la Dirección de Seguridad del Territorio, DST), las presiones contra la libertad de expresión y, en particular, para apoyar al periodista Hamid Naimi.
Sabiendo que se encuentra seguro en territorio español, Reporteros Sin Fronteras hace un llamamiento a las autoridades locales de Melilla y al gobierno español para que tomen las medidas necesarias para proteger a este periodista. «La suerte de los periodistas, internautas y blogueros en Rabat desde el inicio del año muestra que los temores de Naimi son justificados. Sus actividades y antecedentes, por su naturaleza, constituyen un riesgo real para su seguridad», afirma la organización. «Su caso demuestra la dificultad de los periodistas marroquíes para criticar abiertamente al régimen establecido o a los servicios secretos (DST), decididos a hacer callar toda voz disidente», concluye RSF.