HUNGRÍA | Open Society abandona el país: RSF lamenta esta decisión, resultado de las presiones del gobierno húngaro

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La Fundación Open Society ha decidido cerrar sus oficinas en Budapest ante el anuncio de un proyecto de ley en Hungría dirigido a las ONG «acusadas» de «apoyar a la inmigración». Reporteros Sin Fronteras (RSF) lamenta este exilio forzado, que perjudicará a los medios independientes húngaros a los que apoya esta entidad de George Soros.

La decisión de cerrar las oficinas de la OSF (Open Society Foundation) en Budapest y el traslado en Berlín, que se confirmó el 15 de mayo, se planteaba como una posibilidad ya el 20 de abril, tras la reelección de Viktor Orban al frente del gobierno. La causa es la promesa electoral del líder populista de derechas de imponer restricciones legales en virtud de una ley llamada «Stop Soros» por la que la Fundación Open Society podría ser considerada como un «riesgo para la seguridad nacional» y ser prohibida en el país.

Fundada por George Soros en 1979, la Open Society Foundation financia programas de libertad de información, salud y educación. Está presente en cien países y tiene casi cien empleados en Hungría. En este país, donde el monopolio de la información por parte del gobierno es casi completo desde las elecciones de abril – que vieron la desaparición de lo que quedaba de la prensa opositora-, George Soros consagró parte de su fortuna a promover la transparencia democrática con medios independientes. Esta expatriación representa un serio revés para estas publicaciones, que ahora están financiadas por fondos extranjeros y deben declararse como agentes extranjeros si se aprueba la ley.

Este sería en particular el caso de diarios digitales como Magyar Narancs o Direkt36. Este último, un portal de periodismo de investigación que regularmente revela casos de corrupción que involucran a familiares del primer ministro Orban, ya ha sido objeto de ataques por parte de medios progubernamentales. Varios colaboradores del digital se vieron arrastrados por el barro, especialmente durante la publicación en abril pasado por el semanario Figyelo de una lista de «200 mercenarios de Soros» cuyo objetivo sería «cambiar Hungría» mediante el estímulo de la inmigración.

«En RSF estamos preocupados por la decisión de cerrar las oficinas de Open Society Foundation en Budapest como resultado de las continuas presiones del gobierno húngaro sobre la organización», señala Pauline Adès-Mével, directora de la oficina para la UE y los Balcanes de RSF. «En un país donde el panorama de los medios está cada vez más dominado por los familiares del primer ministro, Viktor Orban, el primordial apoyo que la OSF ofrece a los medios independientes se verá ahora debilitado».

Además de los ataques recurrentes contra su trabajo, los medios de comunicación y otras organizaciones críticas del partido gobernante, Fidesz, se ven constantemente atacados por el primer ministro Viktor Orban y sus aliados. Hungría ocupa el puesto 73, entre 180 países, en la Clasificación Mundial 2018 de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras, un signo de una situación mediática particularmente preocupante para un país miembro de la Unión Europea. Ver también el Informe Anual de la organización.