HONG KONG/CHINA | Cuatro delitos multiusos para reprimir a periodistas: RSF denuncia la futura ley de seguridad nacional

0
3978

Reporteros Sin Fronteras (RSF) examina cómo la futura ley de seguridad nacional impuesta por Pekín podría servir de pretexto para perseguir a los periodistas en Hong Kong, ya que contempla la represión de cuatro delitos a menudo utilizados con ese fin en otras zonas de China.

La ley de seguridad nacional, impuesta por Pekín en flagrante desprecio a la autonomía de Hong Kong, podría entrar en vigor durante el verano a pesar de la indignación pública. En una encuesta publicada el 18 de junio, la Asociación de Periodistas de Hong Kong (HKJA) informó de que el 98% de los periodistas se oponen a la futura ley, por temor a que se utilice en su contra, como sucede en China.

La decisión, aprobada por la Asamblea Nacional Popular china el 28 de mayo, permitirá reprimir el «terrorismo», la «secesión», la «subversión» y la «interferencia extranjera» en la región de Hong Kong. Aún no se han proporcionado definiciones oficiales de estos cuatro delitos, que en China pueden llegar a castigarse con la pena de muerte y que a menudo se utilizan como pretexto para procesar a los periodistas.

«Dicha regulación le daría al régimen chino los medios para hostigar y castigar en territorio de Hong Kong a cualquier periodista que no le guste, y hacerlo con apariencia de legalidad», advierte Cédric Alviani, jefe de la oficina de RSF en Asia Oriental. «La gran mayoría de los 114 periodistas actualmente presos en China están encarcelados bajo denuncias de delitos relacionados con la seguridad nacional».

Cuatro delitos multiusos

«Terrorismo»

  • Definición común. El terrorismo suele referirse al uso ilícito de la violencia y la intimidación, especialmente contra civiles, en la búsqueda de objetivos políticos. La interpretación de Pekín sobre este delito incluye cualquier acción que se considere una amenaza a la seguridad del Estado y, a menudo, se combina con otros delitos como «poner en peligro la seguridad del Estado», «filtrar secretos de Estado» y «traición».

 

  • Situación en China. Actualmente hay al menos siete periodistas detenidos por «filtración de secretos de Estado», entre los que se encuentra el editor sueco Gui Minhai, principal accionista de la librería de Hong Kong «Causeway Bay», que fue secuestrado en Tailandia en 2015 y condenado a 10 años de prisión en China el año pasado.

 

  • Riesgo para los periodistas de Hong Kong. Dado que el régimen chino y el ejecutivo de Hong Kong suelen referirse al movimiento prodemocrático como terrorismo, informar desde el lugar de las protestas podría estar perseguido por la ley de seguridad nacional como un acto de terrorismo. La publicación de información confidencial relativa a funcionarios de Hong Kong o de China continental también podría estar castigado como delito de «filtración de secretos de Estado».

 

«Secesión»

  • Definición común. La secesión generalmente se refiere al acto de un grupo o región que se separa voluntariamente de un Estado para crear una nueva nación independiente o unirse a otra nación. En el continente, este delito se suele mezclar con el «separatismo» (el acto de promover o preparar la secesión), y se extiende a cualquier individuo o grupo que promueva culturas e idiomas regionales como el uigur y el tibetano.

 

  • Situación en China. En la actualidad hay por lo menos 70 periodistas detenidos por cargos relacionados con el separatismo como parte de la represión de Pekín contra el grupo étnico uigur en la región autónoma de Xinjiang. El periodista y académico Ilham Tohti, galardonado con el Premio Václav Havel del Consejo de Europa y el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, fue condenado a cadena perpetua por cargos de «separatismo» en 2014.

 

  • Riesgo para los periodistas de Hong Kong. En virtud de la ley de seguridad nacional, todo periodista que escriba sobre la identidad cultural de Hong Kong o sobre el movimiento independentista podría ser acusado de «separatismo». Es posible que esas acusaciones se hayan aplicado a Victor Mallet, editor de noticias de Asia del Financial Times, que fue expulsado de Hong Kong en 2018 por haber actuado como moderador en un debate celebrado por el Club de Corresponsales Extranjeros en el que participó un activista independentista.

 

«Subversión»

  • Definición común. La subversión generalmente se refiere al acto de socavar las instituciones o anular el orden establecido. En el continente, este delito suele combinarse con la «sedición» (el acto de incitar a la población a rebelarse contra la autoridad del Estado), y también se conoce como «pelear y provocar problemas» o «difundir rumores».

 

  • Situación en China. Al menos 24 periodistas están detenidos bajo los cargos de «subversión del poder estatal», «incitación a la subversión» y «provocación de disputas y problemas». El comentarista político Wu Gan, quien previamente denunció las prácticas corruptas de los funcionarios del gobierno, fue condenado a ocho años de prisión por «subversión» en 2017.

 

  • Riesgo para los periodistas en Hong Kong. Según la ley de seguridad nacional, los periodistas que informen sobre eventos independentistas o citen activistas independentistas podrían ser acusados de «sedición». El castigo podría extenderse a los periódicos que publican artículos de opinión que critican al gobierno chino o artículos de investigación sobre las prácticas ilegales de los funcionarios chinos. Los guionistas de Headliner, un programa de televisión satírico recientemente eliminado del grupo audiovisual Radio Television Hong Kong (RTHK) por burlarse de la policía, también podrían haber sido acusados de este delito.

 

«Interferencia de potencias extranjeras»

 

  • Definición común. La interferencia de potencias extranjeras puede entenderse como la intervención visible u oculta de un Estado en los asuntos internos de otro Estado. En el continente, este crimen a menudo se combina con la «infiltración» (el acto de colocar agentes en un Estado extranjero para espiar o manipular su administración) y el «espionaje» (la práctica de usar espías para reunir información de inteligencia en beneficio de otro Estado).

 

  • Situación en China. La propaganda de Pekín presenta sistemáticamente a los medios extranjeros como agentes del gobierno que trabajan para promover los intereses del Estado en el que tienen su sede. Desde principios de este año, 16 periodistas que trabajan para los principales medios de comunicación estadounidenses han sido expulsados de China en una supuesta represalia política contra el gobierno estadounidense. El escritor y periodista australiano Yang Hengjun también está detenido en Pekín por cargos de «espionaje» desde enero de 2019.

 

  • Riesgo para periodistas en Hong Kong. Según la ley de seguridad nacional, los corresponsales o empleados de medios extranjeros y sus fuentes, podrían ser acusados de estar al servicio de potencias extranjeras y ser objeto de vigilancia, acoso, violencia o castigo. En enero de 2020, la directora general de Hong Kong, Carrie Lam, sugirió que algunos medios extranjeros podrían ser portavoces de los gobiernos occidentales.

 

La Región Administrativa Especial china de Hong Kong (RAEHK), que en su día fue un bastión de la libertad de prensa, ha caído del puesto 18º en 2002 al 80º en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF este año. China, la mayor cárcel del mundo para los periodistas y los defensores de la libertad de prensa, ocupa el puesto 177 de 180 países.