BRASIL | RSF denuncia los ataques a periodistas del portal de noticias ‘The Intercept Brasil’

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| RSF denuncia los ataques a periodistas del portal de noticias ‘The Intercept Brasil’
20.06.2019 12:35

La publicación en la web informativa ‘The Intercept Brasil’ de un reportaje sobre el caso de corrupción Lava Jato ha desencadenado una avalancha de ataques contra el periodista estadounidense que reveló esta información, Glenn Greenwald, su familia y sus compañeros de trabajo. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia el tóxico clima en el que trabaja la prensa de investigación en Brasil y pide a las autoridades que garanticen el secreto de las fuentes periodísticas, así como que se investiguen las amenazas que han recibido la publicación y sus trabajadores.

Los ataques comenzaron cuando el digital de investigación The Intercept Brasil publicó el primero de una serie de reportajes en los que daba a conocer graves irregularidades en el escándalo por corrupción Lava Jato, uno de los más relevantes de la historia de Brasil, el domingo 9 de junio de 2019.

El primer objetivo fue Glenn Greenwald, estadounidense residente en Brasil, cofundador y director de The Intercept y editor de The Intercept Brasil. Después fueron a por su familia y a por los periodistas del digital. El martes 11 de junio, el diputado David Miranda, marido de Greenwald, presentó una denuncia e hizo públicos algunos de los sórdidos mensajes y amenazas de muerte recibidos después de que el periódico revelara el escándalo. En una de ellas se pedía la cantidad de 10.000 dólares en bitcoins a cambio de salvaguardar la vida de sus hijos de la pareja.

En las redes sociales, los insultos, las calumnias y las amenazas de muerte se propagaron como un reguero de pólvora, apoyándose en información falsa o calumniosa difundida con el fin de desacreditar el trabajo de The Intercept y de Greenwald, ganador del premio Pulitzer en 2014. En Twitter, el hashtag #DeportaGreenwald, con el que se pedía que lo expulsaran del país, llegó a los trending topics en Brasil, apoyado por una petición online en Change.org.

Las primeras reacciones del gobierno, de algunos medios brasileños y de políticos señalados en los artículos (y en especial del Ministro de Justicia, Sergio Moro) se han centrado en el origen de la filtración y en la supuesta ilegalidad de la intercepción de mensajes enviados vía Telegram, las grabaciones de audio, los videos, las fotos y los documentos judiciales enviados a The Intercept Brasil por una fuente anónima, y que permitieron al digital dar a conocer la información.

“Las autoridades brasileñas deben garantizar el respeto del secreto de las fuentes periodísticas, refrendado por la Constitución del país, así como la protección de los periodistas de The Intercept Brasil. También deben investigar las graves amenazas que recibieron Glenn Greenwald y su familia”, señala Emmanuel Colombié, director de la oficina en América Latina de RSF. “Lamentablemente, en Brasil son frecuentes los ataques para desacreditar a un diario que revela información de interés público comprometedora para el gobierno. Está claro que tratan de desviar la atención de la ciudadanía con respecto al contenido de las revelaciones. En este episodio inédito, estos ataques son aún más graves, porque han venido acompañados de amenazas a la integridad física de periodistas y porque han desatado abyectos insultos homófobos y xenófobos”, añade.  

En Brasil proliferan las estrategias de desinformación y los discursos públicos para desacreditar el trabajo de la prensa, que fomentan un sentimiento de desconfianza hacia el periodismo. Esta desconfianza se materializa a menudo en discursos de odio, campañas de difamación, linchamientos virtuales, e incluso en procesos judiciales abusivos, lo que favorece la autocensura. Desde que Jair Bolsonaro llegó a la presidencia, la prensa brasileña trabaja en un ambiente cada vez más hostil para el libre ejercicio del periodismo.

Los reportajes de The Intercept revelan una colaboración clandestina entre el ex juez y actual Ministro de Justicia, Sergio Moro, el principal fiscal encargado del caso Lava Jato, Deltan Dallagnol, y el equipo a cargo de esta investigación judicial.

Brasil perdió tres lugares en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de RSF y ahora se encuentra en el puesto 105, entre 180 países. Ver también en Informe Anual de la organización.