AFGANISTÁN | Muere un fotógrafo estadounidense y su intérprete afgano en un ataque al convoy militar con el que viajaban

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| Muere un fotógrafo estadounidense y su intérprete afgano en un ataque al convoy militar con el que viajaban
06.06.2016 18:05

El fotógrafo y reportero David Gilkey, y su intérprete afgano, Zabihullah Tamanna, fueron asesinados ayer, 5 de junio, al sur de Afganistán, en el ataque de grupos rebeldes al convoy del ejército afgano con el que viajaban. 

Reporteros Sin Fronteras pide a las autoridades afganas que den mejor protección a los periodistas, especialmente tras las amenazas de los talibanes. David Gilkey cubría los conflictos de Irak y Afganistán para National Public Radio (NPR) desde los atentados del 11 de septiembre. Su intérprete, Tamanna, era un fotoperiodista que trabajaba para el NPR como traductor. El vehículo del ejército afgano en el que viajaban fue blanco de una emboscada cerca de la localidad de Marajah, en la provincia de Helmand. 

El conflicto en Afganistán se ha cobrado la vida de una cifra muy elevada de periodistas desde 2001. Al menos 35 de ellos, incluidos 16 extranjeros, han sido asesinados por causas relacionadas con el ejercicio de su profesión. La mayor parte de estos crímenes sigue impune. 

Gilkey y Tamanna han sido asesinados cuando se cumple el noveno aniversario de la muerte de Zakia Zaki, una de las periodistas afganas más emblemáticas. Era directora de Sada-e-Solh en Jabal Saraj, en la provincia de Parwan, y fue asesinada por dos individuos armados que entraron en su domicilio la noche del 5 de junio de 2007 y le dispararon siete veces frente a su hijo de dos años. 

Según la información obtenida por Reporteros Sin Fronteras, sus asesinos eran simpatizantes de Gulbuddin Hekmatyar, fundador y líder del grupo islamista Hezb-e-Islami (HIA). Numerosas fuentes apuntaron entonces a la “fatwa” lanzada contra ella meses antes de asesinarla: “Si quieres proteger al Islam, debes silenciar la voz de las mujeres”, le advirtieron. 

Hezb-e-Islami es un grupo radical y fundamentalista, antiguo aliado de los talibanes, que firmó un acuerdo con el Gobierno el 18 de mayo. Pero los asesinos de Zaki nunca han sido identificados ni llevados ante la justicia. Las autoridades tampoco han llevado a cabo ninguna investigación que aclare el crimen. 

Pese a que el actual gobierno afgano ha tomado medidas para proteger la libertad de información, Reporteros Sin Fronteras sigue recordando la impunidad reinante en muchos de estos asesinatos de periodistas. 

Afganistán ocupa el puesto 120 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.