TURQUÍA | Las amenazas de muerte reflejan el odio a los periodistas críticos

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena las amenazas de muerte que el jefe de la mafia turca encarcelado, Alaattin Çakıcı, ha proferido contra el diario Kara. La organización las considera un reflejo del clima de odio hacia los periodistas que se fomenta en Turquía y que las autoridades deben detener.

«Durante toda mi vida, siempre he dado previo aviso a quienes estoy a punto de hacer daño», comenzaba el mensaje publicado brevemente por Çakıcı en Instagram el 29 de junio. Después de nombrar a varios periodistas de Karar, continuaba diciendo: «serán castigados en Turquía o en el extranjero. Me dirijo a aquellos que me han dicho: ‘mándanos que matemos, mándanos que muramos’, yo les digo: ‘cumplid con vuestro deber'».

En el mensaje se menciona a seis periodistas famosos: Ali Bayramoğlu, Etyen Mahçupyan, Akif Beki, Hakan Albayrak, Ibrahim Kiras y Gürbüz Özaltınlı. El líder de la banda pidió a sus partidarios que perdonaran a una séptima periodista, la columnista Elif Çakır , porque «es una mujer».

Çakıcı le guarda rencor a Karar porque en un artículo calificó su petición de amnistía como «insolente», y además porque, según afirma, participó en el «eje del mal» en lugar de apoyar la alianza del presidente Recep Tayyip Erdoğan en las elecciones del 24 de junio. También dice que Karar está a sueldo de los Estados Unidos y del movimiento Gülen.

«Tomamos nota de la protección provista por la policía», señala el representante de RSF Turquía, Erol Önderoğlu. «Pero detrás de estas amenazas se esconde un clima de odio hacia los periodistas críticos alimentado por las autoridades, la clase política y muchos medios de comunicación. Estamos extremadamente preocupados por la violencia que esta incendiaria retórica podría desencadenar. Las autoridades tienen el deber de evitar que la violencia verbal se vuelva común y de enviar una señal conciliatoria».

Después de que se publicara el mensaje de Çakıcı, la policía rápidamente puso a los periodistas de Karar bajo protección. Algunos de ellos, como Bayramoğlu, estaban protegidos desde hacía años debido a las repetidas amenazas. Había un coche de policía estacionado en la puerta de la oficina de Karar y la fiscalía había abierto una investigación.

Según se ha informado en diferentes ocasiones, Çakıcı –que lleva encarcelado desde 2004- apoya al ultranacionalista MHP, un partido que se alió con el partido del presidente Erdoğan para las elecciones del 24 de junio. El líder del MHP, Devlet Bahçeli, ha pedido reiteradamente la liberación de Çakıcı y lo visitó en el hospital en mayo. El 26 de junio, Bahçeli publicó una lista de 70 personalidades, entre ellos muchos periodistas, a los que acusó de «difamarle implacablemente» durante la campaña electoral.

El presidente Erdoğan y otros líderes del partido gobernante AKP suelen someter a los periodistas críticos a violentos ataques verbales, llamándolos «terroristas» o «traidores». El clima intimidatorio se intensificó durante las protestas del Parque Gezi, en 2013, volvió a arreciar cuando se reanudaron los combates contra el PKK en 2015, y ha llegado a máximos desde el intento de golpe contra el gobierno de Erdogan en julio de 2016.

Los medios progubernamentales también libran una feroz guerra de propaganda contra periodistas críticos que a veces incluye el linchamiento total de los medios.

Turquía ocupa el puesto 157, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018, recientemente publicada por Reporteros Sin Fronteras. La situación de los medios, que ya era preocupante, se volvió crítica bajo el estado de emergencia proclamado después del intento de golpe de julio de 2016. Se han cerrado alrededor de 150 medios de comunicación, se están celebrando juicios en masa y el país ostenta en la actualidad el récord mundial de periodistas profesionales detenidos. Ver también el Informe Anual de la organización.