PAKISTÁN | Los servicios de seguridad investigan a seis periodistas por publicar fotos de Khashoggi en las redes sociales

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su espanto ante el hecho de que una agencia de inteligencia pakistaní ordenara investigar a seis periodistas únicamente porque publicaron en Internet las fotos de su colega saudí asesinado Jamal Khashoggi. RSF condena este nuevo caso de intimidación, sobre todo teniendo en cuenta comportamientos precedentes de la policía paquistaní hacia los periodistas disidentes.

El 25 de marzo comenzó a circular por internet una carta confidencial fechada el 13 de marzo y con sello de la Sección de Delitos Informáticos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), que depende del Ministerio del Interior. Se trata de una filtración muy elocuente sobre las prácticas de los servicios de seguridad paquistaníes.

En la carta, el responsable de dicho servicio ordena a sus colegas de todas las demás secciones que investiguen en profundidad a seis conocidos periodistas a los que acusa de haber “fomentado y ejecutado una campaña en medios sociales”.

La campaña consistió simplemente en publicar, durante la visita a Pakistán del príncipe heredero saudí, varias fotos de Jamal Khashoggi, el periodista asesinado el pasado octubre en el consulado de Arabia Saudí en Estambul.

Según la misiva, esto “transmitió un mensaje muy irrespetuoso” hacia el visitante, algo que refleja claramente la preocupación del gobierno pakistaní por mimar a alguien cuyas inversiones potenciales en Pakistán son muy necesarias para el gobierno y sus aliados comerciales.

“Este tipo de acoso a periodistas, cuyo único delito es publicar online contenido que disgusta a las autoridades, es un síntoma del trato que el establishment político pakistaní reserva para los disidentes”, señala Daniel Bastard, jefe de la oficina de RSF en Asia y el Pacífico.

“Esta filtración resulta aún más impactante porque, en todo el mundo, el asesinato de Jamal Khashoggi se ha convertido en un símbolo trágico de la destrucción de la libertad de prensa, una tarea a la que las autoridades paquistaníes dedicaron un gran esfuerzo durante el período previo a las elecciones de 2018, utilizando la intimidación para fomentar la autocensura en los medios tradicionales. Ahora está claro que sus nuevos objetivos están en Internet”.

“Investigaciones” expeditivas

Los seis periodistas objeto de estas investigaciones por parte de la AFI, agencia que engloba todos los servicios de seguridad nacional paquistaníes, son conocidos por ser críticos en las redes sociales, que en la actualidad es el único espacio donde pueden expresarse libremente. Son Matiullah Jan, Murtanza Solangi, Azaz Syed, Ammar Massod, Umer Cheema y Ahmed Waqas Goraya. Este último ha contado a RSF que dos de ellos ya han perdido sus empleos por tratar de defender su independencia editorial.

Las “investigaciones” ordenadas por la AFI pueden tomar formas especialmente enérgicas. Goraya, que ahora vive en un exilio autoimpuesto en los Países Bajos, estaba entre los cinco blogueros pakistaníes que fueron secuestrados misteriosamente en enero de 2017 y que permanecieron detenidos durante varias semanas o meses hasta que finalmente fueron puestos en libertad por sus secuestradores no identificados.

Todo, incluso las cuentas de las propias víctimas, indica que fueron secuestrados por los servicios de inteligencia paquistaníes con el objetivo de intimidar a quienes expresan opiniones disidentes en el espacio digital.

El 9 de febrero, la AFI detuvo al periodista Rizwan Razi, de la cadena DIN TV, por publicar comentarios “difamatorios y odiosos” sobre el poder judicial, el gobierno y los servicios de inteligencia. Simplemente, había cuestionado su imparcialidad.

Pakistán ocupa el puesto 139, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual de la organización.