IRÁN | Con 41 encarcelados, Irán se convierte en la tercera mayor cárcel de periodistas del mundo

0
3163

Tras un mes de protestas y disturbios generalizados, Irán ocupa ahora el tercer puesto (solo por detrás de China y Myanmar) en cuanto a países con mayor número de periodistas encarcelados. De acuerdo con los datos de Reporteros Sin Fronteras (RSF), el número de periodistas detenidos en Irán no tiene precedentes desde hace dos décadas. RSF exige la inmediata liberación de todos los periodistas encarcelados y establece unas pautas claras para revertir este deterioro de la libertad de prensa lo antes posible. 

«Los recientes disturbios en Irán han demostrado que los periodistas se encuentran entre los grupos más atacados del país. El Gobierno de Irán ha aprovechado las detenciones en curso para silenciar las voces de los periodistas y medios de comunicación independientes a un ritmo sorprendentemente acelerado. Esta represión del derecho a la información ha alcanzado unos niveles sin precedentes. Exigimos a las autoridades iraníes que reviertan esta situación de inmediato, liberando a todos los periodistas detenidos en el país y dejando de interferir en el trabajo de los medios independientes que proporcionan un servicio público esencial», afirma el Área de Oriente Medio de RSF.

Nilufar Hamedi fue una de las primeras periodistas en contar la historia de Mahsa Amini, quien murió después de ser arrestada por la policía iraní bajo la acusación de «vestir de forma inapropiada». Poco después, Hamedi fue encarcelada. Asimismo, tras la muerte de Amini el 16 de septiembre, las autoridades iraníes detuvieron un total de 31 periodistas, de los cuales 27, incluyendo a 10 mujeres, continúan en la cárcel. Sumando los 14 reporteros detenidos antes de esta nueva ola de protestas y represión, el número de periodistas encarcelados en Irán se eleva a 41, situándose tan solo por detrás de China, con 102, y Myanmar, con 67.

Los datos de RSF muestran que el número de periodistas detenidos en Irán no era tan alto desde hacía décadas, ni siquiera durante la anterior oleada de protestas, donde la represión también fue intensa. Los reporteros encarcelados durante los disturbios provocados por la subida del precio de los combustibles en 2019 fueron 33, frente a los 30 de 2018, un año marcado por varias protestas civiles.

«Me atrevo a decir que en los últimos 5 años y después de haber pasado por múltiples protestas, nunca ha habido tal represión por parte de las fuerzas de seguridad como en este momento, durante las protestas por todo el país tras el asesinato de Mahsa Amini. Siempre ha habido presión sobre los medios y los periodistas, así como amenazas y citaciones judiciales, pero nunca ha sido tan fuerte como en estos momentos», cuenta una periodista iraní que prefiere mantenerse en el anonimato a RSF.

Ningún lugar parece ser seguro para los periodistas. Han sido arrestados en 14 ciudades diferentes, tanto en pueblos pequeños como en la capital, Teherán.

De acuerdo con los hallazgos de RSF, mientras las restricciones a los medios de comunicación y a la labor periodística siguen aumentando, no solo se ha detenido y torturado a periodistas por cubrir manifestaciones, sino que al menos 13 de ellos han sido arrestados en redadas en sus domicilios.

«Una noche, mientras dormía, sonó el teléfono y mi hijo me contó llorando que le habían roto la puerta de casa. Fuimos allí para ver qué ocurría. Diez personas habían entrado en la casa y atado las manos de Navid Jamshidi  para después registrarlo todo. No sé qué estaban buscando», cuenta Iraj Jamshidi, padre de Navid y fundador de Asianews, en un vídeo publicado el 25 de septiembre en su página web. Navid Jamshidi, periodista freelance, está detenido por las autoridades iraníes desde el 24 de septiembre por motivos desconocidos.

Desde el comienzo de las protestas, el acceso a la información y el trabajo de los periodistas ha estado en el punto de mira del Gobierno. Por un lado, el acceso a Internet se restringe prácticamente a diario y las autoridades impiden el uso de VPNs. Por otro, los medios de comunicación independientes en Irán están bajo una estricta supervisión, lo que ha llevado a que muchos se autocensuren para proteger al medio y a los periodistas de los ataques de las fuerzas de seguridad.

Irán ocupa desde hace tiempo uno de los peores puestos del mundo en materia de libertad de prensa, estando en el puesto 178 de 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de RSF.