BOSNIA-HERZEGOVINA | RSF pide una respuesta firme a la brutal paliza propinada al periodista Vladimir Kovačević

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades de la República Srpska, la parte serbia autónoma de Bosnia y Herzegovina, una reacción firme al brutal ataque del que fue víctima periodista de investigación Vladimir Kovačević el pasado 26 de agosto. Dos enmascarados le dieron una paliza con barras de acero frente a su casa en Banja Luka.

Vladimir Kovačević, que trabaja para el principal canal de noticias de la región, BN TV, resultó gravemente herido cuando dos hombres enmascarados lo golpearon con barras de acero frente a su casa en Banja Luka, la capital de facto de Republika Srpska, el 26 de agosto por la noche.  El periodista acababa de terminar su última cobertura de las protestas del movimiento de oposición «Verdad para David», que ha estado siguiendo durante varios meses.

Los medios locales están consternados por el ataque, que la policía describió inmediatamente como un «intento de asesinato» y que, a los ojos de todos los periodistas y sindicatos de medios del país, estaba claramente dirigido contra él. Kovačević había recibido serias amenazas en las redes sociales y las había denunciado reiteradamente a la policía, que nunca tomó medidas.

«La situación en Bosnia ha llegado a un punto crítico», denuncia Pauline Adès-Mével, directora del departamento para la Unión Europea y los Balcanes de Reporteros Sin Fronteras. «Este ataque, cuya violencia es extremadamente impactante y preocupante, requiere una respuesta firme y decidida de las autoridades judiciales, especialmente en la precampaña de las elecciones generales, que serán observadas por la comunidad internacional. Pedimos al presidente Milorad Dodik que deje de insultar a los periodistas del país para que la violencia verbal no abra el camino a más ataques físicos».

También han recibido amenazas otros periodistas de BN TV que cubrían el movimiento «Verdad para David», que comenzó en marzo después de que la policía concluyera que la muerte del estudiante  David Dragičević fue «accidental», a pesar de que su familia y la sociedad civil están convencidas de que fue víctima de un asesinato con motivaciones políticas. Se ha convertido en un símbolo de la rebelión contra la corrupción política y su muerte es objeto de protestas callejeras casi a diario.

«Este ataque es una clara amenaza tanto para los periodistas de BN TV como para todos los periodistas en Bosnia y Herzegovina porque la revuelta por el asesinato de David molesta a las autoridades del país», asegura Zeljko Raljić, director de operaciones de la cadena en Banja Luka y presidente del Centro Bosnio para la Libertad de Prensa.

«Además, a menos de dos meses de las elecciones generales programadas para el 7 de octubre, este ataque es de naturaleza altamente política, porque los periodistas denuncian constantemente el control del gobierno sobre la policía y la corrupción en el sistema judicial», añade.

La tensión se ha visto alimentada por los recientes ataques verbales del presidente de la República Srpska, Milorad Dodik, que describió al canal BN TV como un «traidor o enemigo» y por las afirmaciones de que ciertos periodistas son espías pagados por otros países.

Los allegados de Kovačević  desconocen aún la identidad de los agresores del periodista, pero consideran que se trata de ataque un ataque con motivaciones políticas, diseñado para impedir que él y sus colegas sigan cubriendo las manifestaciones antigubernamentales.

Bosnia y Herzegovina ocupa el puesto 62, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros Sin Fronteras. La polarización política, los constantes ataques verbales y la retórica nacionalista no constituyen un entorno que favorezca la libertad de prensa. Ver también el Informe Anual de la organización.