AZERBAIYÁN | RSF pide al Banco Mundial que condicione sus préstamos a la libertad de periodistas que investigan casos de corrupción

0
3711

Reporteros Sin Fronteras ha escrito una carta abierta al Vicepresidente del Banco Mundial para Europa y Asia Central, para pedirle que su entidad que condicione los futuros préstamos a Azerbaiyán a la puesta en libertad de todos los periodistas encarcelados en el país por cubrir temas de corrupción.

Cyril Muller, Vicepresidente de Europa y Asia Central

Banco Mundial
1818 H Street NW
Washington, DC 20433 USA
9 de abril de 2019

Estimado Vicepresidente Muller,

Reporteros Sin Fronteras, una organización internacional no gubernamental dedicada a la defensa de la libertad de prensa, le escribe para llamar su atención sobre el creciente acoso a los periodistas independientes en Azerbaiyán que les impide informar sobre corrupción.

Dado el compromiso del Banco Mundial en la lucha contra la corrupción, creemos que es un tema que deben tener en cuenta. La corrupción sin cobertura y la libertad de prensa están intrínsecamente vinculadas, cuando los periodistas son acosados o forzados al exilio, encarcelados o hasta asesinados por su trabajo, el resultado es un clima de silencio e impunidad que permite las actividades delictivas sin cualquier oposición. Si el Banco Mundial pretende implantar sus llamamientos a la buena gobernanza y su lucha contra la corrupción, le urgimos a condicionar cualquier préstamo futuro a la libertad de los periodistas encarcelados por informar sobre corrupción.

Hasta abril de 2018 las cifras elevan a 14 el número de periodistas encarcelados por su trabajo. Uno de estos casos es el de Afgan Sadygov, periodistas detenido en noviembre de 2016 acusado de cargos falsos de “agresión” pos su trabajo en investigar el desvio de fondos de una administración local de Azerbaiyán. La detención de Sadygov y su sentencia han estado diseñadas para silenciarle, en lo que constituye una demostración más del compromiso de las autoridades en suprimir la libertad de prensa en el país.

En mayo de 2016, el Banco Mundial reafirmó su propio compromiso en la lucha contra la corrupción y en llegar a los Objetivos Sostenibles de Naciones Unidas para 2030. Algunos de los ejemplos son los proyectos en Azerbaiyán de reformar el sistema judicial, el más reciente sobre los Servicios Judiciales y un Proyecto de Infraestructura Inteligente, que pretende “mejorar el acceso, la transparencia y la eficiencia”. Aprobado en 2014, otorga 100 millones de dólares para ayudar al gobierno de Azerbaiyán en su mejora del sistema judicial, la programación de bases de datos para los tribunales y la construcción de nuevas dependencias judiciales. Sin embargo, se han visto pocas mejoras en la reforma del sistema judicial y el gobierno azerbaiyano se ha centrado en su lugar en perseguir a periodistas, incluidos los que investigan casos de corrupción relacionados con los préstamos del Banco Mundial.

Hafiz Babali es un periodista actualmente autoexiliado tras las amenazas recibidas por oficiales gubernamentales tras su trabajo de investigación sobre supuestas corrupciones en el Tercer Proyecto de Ferrocarril del Banco mundial, denominado “la carretera dorada”. En mayo de 2016, Babali fue detenido y llevado ante un tribunal de la ciudad de Sumgayit sin cargos conocidos. Tras la deliberación, el juez le informó verbalmente a Babali y a su abogado que serían condenados bajo el artículo 296, de hooliganismo, pero no les dieron lel veredicto por escrito. Cuando Babali preguntó por la posibilidad de apelación no puedo efectuarla porque no tenían el registro escrito del veredicto original. Tampoco lo encontraron en la base de datos electrónica del tribunal, ni de ningún caso, lo que les impidió desafiar al sistema judicial. El caso Babali subraya la ineficacia del sistema electrónico de los tribunales. La falta de registros públicos de casos delictivos que afectan a periodistas deja espacio para que los oficiales del gobierno juzguen a periodistas sin un sólo papel.

Afgan Mukhtarli, que informó de la corrupción en Azerbaiyán para la IWPR y la web de noticias independiente Meydan TV, es otro de los periodistas que dejó el país por miedo a las represalias por sus investigaciones. Mukhtarli informó de la corrupción a alto nivel en el Ejército y en la familia del Presidente de Azerbaiyán. Después de dejar el país para vivir en un exilio autoimpuesto en Georgia, durante más de tres años, fue secuestrado allí y trasladado a Azerbaiyán en mayo. Pese a la falta completa de pruebas, ha sido sentenciado a seis años de cárcel por contrabando, por cruzar ilegalmente la frontera y por incumplir órdenes policiales. Cargos falsos destinados a ignorar que Mukhtarli regresó a Azerbaiyán en contra de su voluntad. Un movimiento como este del sistema judicial de Azerbaiyán manda un mensaje claro a otros periodistas de investigación que viven en el exilio en el extranjero.

Entre los años 2012 y 2014, mientras que la élite que gobierna el país ha usado billones de euros para pagar a políticos y emplear el dinero en su propio beneficio, decenas de periodistas, incluida la periodista de investigación Khadija Ismayilova, fueron detenidos y encarcelados como prisioneros políticos. Las investigaciones de Ismayilova sobre las cuentas en el extranjero de la familia del Presidente Aliyev y la evasión de impuestos la llevaron a la cárcel en diciembre de 2014, donde pasó más de un año antes de ser juzgada en mayo de 2016. Hoy vive bajo arresto domiciliario con la prohibición de viajar en el interior de país.

El creciente número de periodistas detenidos por investigar la corrupción en Azerbaiyán es un claro indicador de que las prácticas represivas del país son incompatibles con el compromiso del Banco Mundial para erradicar la corrupción. Esta incompatibilidad no puede estar más clara que en el caso de Hafiz Babali.

Tememos que la continua criminalización de los periodistas, junto con la actividad criminal actual de los funcionarios corruptos de Azerbaiyán, y la total ausencia de una verdadera separación de poderes, socave todos los esfuerzos del Banco Mundial para mejorar el sistema de justicia del país. Por lo tanto, pedimos al Banco Mundial que reconozca que el hostigamiento y el encarcelamiento de periodistas azerbaiyanos es un problema de corrupción, que exija su liberación inmediata y que condicione todos los préstamos futuros a Azerbaiyán a la liberación de periodistas como Afgan Sadygov y Mukhtarli, quienes fueron o serán encarcelados por investigar la corrupción.

Esperamos poder discutir personalmente con usted este tema. Agradeciendo de antemano su atención a esta carta,

atentamente,

Christophe Deloire

Secretario General de Reporteros Sin Fronteras

Azerbaiyán acopa el puesto 162 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por Reporteros Sin Fronteras.

Consulta más información sobre Azerbaiyán en el Informe Anual elaborado por RSF-España.