EE.UU. | RSF expresa su indignación por la posible deportación de 500 periodistas despedidos de Voice of America

Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su profunda indignación por el despido de más de 500 empleados de la cadena pública Voice of America (VOA), llevado a cabo por la administración del presidente Donald Trump. Esta medida pone en riesgo la seguridad de numerosos periodistas, muchos de los cuales podrían verse obligados a regresar a sus países de origen sin contar con una organización patrocinadora que respalde su permanencia en Estados Unidos. En varios de estos países, los reporteros se enfrentan a amenazas de detenciones, persecución o incluso consecuencias más graves debido a su labor periodística.
El 15 de mayo, más de 500 empleados de la VOA recibieron una notificación de despido en las que se les informaba de que sus contratos finalizarían el 23 o el 30 de mayo. Una vez despedidos, aquellos que tengan visados de trabajo dispondrán de 30 días para abandonar el país o encontrar una solución alternativa, como solicitar asilo o conseguir un nuevo empleo que justifique su permanencia en el país.
Desde el 8 de abril, los despidos masivos y las suspensiones en los medios que dependen de la Agencia de Estados Unidos para los Medios de Comunicación Globales (USAGM), incluida VOA, han provocado graves interrupciones en la programación habitual. Además, han privado de una de las pocas fuentes de información fiable en algunos de los lugares más difíciles del mundo para los periodistas. Estos recortes se producen como consecuencia de una orden ejecutiva emitida por el presidente Trump el 14 de marzo, que establece el desmantelamiento de la USAGM.
«Mientras los empleados de VOA aguardan la decisión del tribunal de apelaciones, Donald Trump y Kari Lake, responsable de VOA, han aprovechado la lentitud del proceso judicial para precipitar un despido masivo, infligiendo un daño irreparable antes de que el tribunal haya tenido la oportunidad de pronunciarse. Esta acción pone en grave riesgo a numerosos periodistas, muchos de los cuales poseen visados de trabajo que expirarán próximamente como consecuencia directa de su despido. Nos preocupa profundamente que varios de ellos se vean obligados a regresar a países gobernados por regímenes autoritarios, donde podrían enfrentarse a detenciones arbitrarias o a tratos aún más severos. No podemos permitir que eso ocurra».
Clayton Weimers | Director de la Oficina de RSF en Washington
El 21 de marzo, Reporteros Sin Fronteras (RSF), junto con una coalición de empleados de Voice of America (VOA), presentó una demanda ante un tribunal federal, denunciando una flagrante violación de la Primera Enmienda. El 28 de marzo, RSF obtuvo una orden de restricción temporal contra las medidas adoptadas por la administración. Posteriormente, el 22 de abril, un juez federal emitió una orden judicial preliminar que ordenaba la reactivación inmediata de las cuentas de correo de VOA y en las redes, permitiendo así que los periodistas de la mayor y más antigua red de radiodifusión internacional financiada por el gobierno federal de Estados Unidos retomaran sus funciones.
El 3 de mayo, los equipos de VOA recibieron la notificación oficial de que podían reincorporarse a sus labores. Sin embargo, ese mismo día, un tribunal de apelaciones revocó la medida y bloqueó tanto la reanudación de las emisiones como el regreso al trabajo del personal. La organización recurrirá esta decisión.