En esta región, las presiones económicas siguen debilitando a una prensa ya devastada por la violencia que perpetran con total impunidad las fuerzas del orden o grupos armados, según el contexto.

De la violencia física a la represión económica

Palestina (163º) se afianza como uno de los países más peligrosos del mundo para los reporteros. En Gaza, al terrible balance de periodistas asesinados por el ejército israelí se suma la destrucción de su material y de sus redacciones, en un contexto de bloqueo que asfixia a la prensa. Los periodistas de Cisjordania, por su parte, permanecen detenidos en las cárceles de Israel (112º), que sigue ejerciendo presión sobre sus propios medios y vuelve a caer once puestos en la Clasificación de la Libertad de Prensa 2025. Jordania (147º) también retrocede, sobre todo por una ley liberticida utilizada contra los reporteros que cubren las repercusiones de la violencia en Gaza. Su posición se acerca así a la de Yemen (154º), donde años de guerra han fragmentado el país entre múltiples influencias extranjeras regionales y han desmantelado toda la prensa independiente. En Egipto (170º), los intentos de reprimir la cobertura de la crisis económica son, entre otros factores, los que mantienen al país entre los diez últimos del ránking. En cambio, aunque también la crisis sigue debilitando a unos medios que afrontan todo tipo de presiones, Líbano (132º) progresa en un contexto de esperanza por la renovación política.

Países precarios y “petromonarquías” autocráticas

A pesar de la caída de la dictadura de Bashar al Asad y de los compromisos adquiridos por las nuevas autoridades del país, Siria (177º) se enfrenta al reto de reconstruir un panorama mediático en ruinas. En Irán (176º), el reinado del terror, con detenciones incesantes de periodistas, sigue ejerciendo presión sobre la prensa independiente. Mientras, Irak (155º) y Bahréin (157º) permanecen en el último cuarto de la Clasificación. Los países del Golfo más prósperos económicamente, como Arabia Saudí (162º), Omán (134º), Kuwait (128º) y Qatar (79º) —el mejor clasificado de la región por segundo año consecutivo—, registran
puntuaciones económicas más altas, sin que ello garantice la existencia de una prensa libre. Ésta sigue sufriendo sistemas jurídicos liberticidas, presiones políticas y amenazas contra los periodistas. Estas mismas razones, sumadas a una caída de la puntuación económica (-7,45 puntos, la segunda más importante de la región), hacen que Emiratos Árabes Unidos (164º) descienda cuatro puestos.

Túnez, único país en retroceso en el Norte de África

En los países vecinos del Norte de África, las presiones económicas están afectando a los medios, especialmente en Túnez (129º), que pierde once puestos y registra la mayor caída en la puntuación económica de la región (-30 puestos en este indicador), en el marco de una crisis política en la que la prensa independiente es blanco de ataques. Marruecos (120º, +9) y Libia (137º, +6) suben ligeramente en la Clasificación, aunque permanecen en el último tercio del ránking, por ataques recurrentes contra la independencia de los medios. En Argelia (126ª), en un contexto de continua represión judicial contra los profesionales de la información, el indulto presidencial concedido al periodista Ihsane El Kadi, tras 22 meses de encarcelamiento, ha permitido al país avanzar ligeramente en el ránking.