Reporteros Sin Fronteras denuncia las agresiones cometidas contra el periodista y escritor Germán Uribe el pasado 28 de febrero en su finca del departamento de Cundinamarca. El periodista destacó por sus críticas a los que no quieren negociaciones de paz con la guerrilla. RSF hace un llamamiento a las autoridades para que cese la impunidad y para que garantice la libertad de expresión.
Germán Uribe (Colombia 1943) estuvo muy influido por el filósofo Jean Paul Sartre tras estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de la Sorbona de Paris. Autor de diez libros, ha escrito en numerosos periódicos y revistas de Colombia, Francia, México y Cuba. Entre los años 1974 y 1977 fue Embajador suplente en Alemania y Cónsul en Berlín. En estos momentos colabora con la Revista Semana y con el portal informativo Rebelión.
Tras la agresión RSF tuvo la oportunidad de conversar con Uribe.”En mis artículos criticaba duramente al ex Presidente Uribe, a su entorno y a toda la derecha colombiana así como a los que se oponen a las conversaciones de paz con la guerrilla”, declaraba Germán Uribe.
Relata que el pasado 28 de febrero lo tuvieron “media hora secuestrado en mi finca en donde me encontraba solo. Un hombre con la cara cubierta me apuntó con un arma de fuego. Posteriormente me pegó con la culata del revólver en la cabeza produciendo una herida que sangraba mucho, sigue explicando Uribe, me encerró en mi dormitorio, me ató las manos y los pies, me vendó los ojos y me metió un pañuelo en la boca. Me estuvo pegando y pateando y amenazándome con pegarme un tiro antes de irse. Le dije que podía llevarse todo el dinero que había en un cajón pero afortunadamente en ese momento el administrador de la casa dijo por un altavoz interno que venía rápidamente. Eso asustó al hombre que salió corriendo mientras hablaba con otras personas, lo que me hizo pensar que eran varios” añade Uribe.
Posteriormente llegó la policía y pudieron ver una inscripción en el pañuelo que le había introducido en la boca: “Ejército de Colombia-Batallón Contraguerrilla”.
Uribe piensa que el motivo de la agresión no fue el robo ya que fue él mismo el que le dijo que se llevase el dinero y le intriga que el asaltante se olvidase del pañuelo con la inscripción antes citada. El periodista opina que la agresión tenía como finalidad silenciar sus críticas y añade: “La impunidad en Colombia ha sido el gran combustible para que los crímenes de toda índole se vayan multiplicando día a día. Lo que sí es seguro es que él venía a darme una lección y dejarme una clara una advertencia”.
Posteriormente Uribe denunció los hechos ante el Comandante de la policía de Subachoque. Paralelamente declaró Uribe “como mi esposa es la Secretaria General de Ecopetrol (El grupo de seguridad de dicha empresa) estuvo haciendo sus averiguaciones. No tenía intención de denunciarlo ante las justicia, ya que es muy lenta, matiza Uribe, pero finalmente acudí la Fiscalía General de la Nación”.
Dice no haber pedido protección ya que no se fía de las Fuerzas de Seguridad y en estos momentos sólo sueña con “hacerse invisible” y buscar un lugar donde pueda estar tranquilo.
