RUSIA / CORONAVIRUS | Mordaza informativa en el interior y campañas de desinformación hacia el exterior

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su inquietud al observar que el gobierno Rusia está intensificando el control de las noticias sobre la epidemia de coronavirus destinadas al ámbito doméstico, a la vez que, según la Unión Europea, está orquestando una campaña de desinformación sobre el asunto de manera intencionada.

Los periodistas rusos que cubren el coronavirus están siendo atacados por Roskomnadzor, la agencia de control de medios, a la que RSF ha incluido en su lista de Depredadores Digitales de Libertad de Prensa. A principios de la semana pasada, el diario digital regional Magadan Govorit se vio obligado a eliminar una noticia sobre la muerte de un paciente sospechoso de estar infectado con el virus y que finalmente dio negativo. El periódico dijo que su información era fiable y verificada, y que no especificaba la causa de la muerte. Sin embargo, Roskomnadzor insistió en que la eliminaran.

Radio Echo Moskvy, Facebook y la red social rusa VKontakte también tuvieron que eliminar publicaciones al comienzo de la semana en virtud de la ley sobre desinformación que entró en vigor en marzo de 2019.

«El gran censor de Rusia, Roskomnadzor, no debe aumentar sus actividades en un momento de crisis, cuando el acceso ilimitado a la información es extremadamente necesario», recalca Jeanne Cavelier, directora del departamento de RSF para Europa del Este y Asia Central.

“Las iniciativas de control de la información se están intensificando con el pretexto de combatir la desinformación. Las autoridades rusas no deben aprovechar esta epidemia para restringir la libertad de prensa. Hacemos un llamamiento para que se derogue la ley de ‘noticias falsas’, excesivamente vaga y que viola la libertad de información», añade.

A petición del primer ministro, Mikhail Mishustin, se inauguró el 17 de marzo un centro encargado de informar a los ciudadanos rusos sobre la epidemia de coronavirus, llamado «StopCoronavirus.rf». Aunque está operado por el Estado, ha sido adscrito a una ONG dirigida por Alexey Goreslavsky, que solía trabajar para la administración presidencial que supervisaba la política de internet.

Vladimir Tabak, ex subdirector del Instituto para el Desarrollo de Internet (IRI) colaborará con Goreslavsky. Afirma que será responsable de «riesgos de información, noticias falsas y producción de contenido». Ambos se distinguieron en el pasado por ayudar a crear RuNet, la «internet soberana» rusa, que se supone que protege a Rusia de las amenazas digitales en caso de conflicto, pero que también proporciona una nueva forma de controlar las actividades en internet.

Mientras tanto, el acceso de los medios a la información se restringe cada vez más. Desde el 17 de marzo, los periodistas no pueden asistir a un evento en el que esté presente Vladimir Putin si no se les ha tomado la temperatura al menos tres veces.

El 19 de marzo, a los periodistas extranjeros se les negó el acceso al Parlamento ruso, mientras que los tribunales comenzaron a impedir que la prensa asistiera a las audiencias públicas. Aunque las autoridades judiciales de Moscú prometieron proporcionar informes por escrito y la retransmisión en vídeo «cuando sea posible», la medida se consideró arbitraria y carente de transparencia.

Al mismo tiempo, la UE ha acusado a Rusia de llevar a cabo una campaña de desinformación sobre la epidemia del coronavirus en cinco idiomas con el objetivo de minar la confianza en las instituciones europeas y difundir el pánico. Desde el 22 de enero se han registrado más de 80 casos de desinformación. Por ejemplo, con el objetivo de incitar el sentimiento nacionalista y antiestadounidense en Europa, Rusia amplificó las afirmaciones de Irán de que de que el Covid-19 es un arma biológica de EEUU.

Rusia ocupa el puesto 149, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual de la organización.