ESPAÑA | RSF condena las intolerables amenazas del jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso a elDiario.es

Reporteros Sin Fronteras manifiesta su más absoluto rechazo a las amenazas proferidas por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hacia una redactora de elDiario.es, a quien increpó por mensajes de WhatsApp: “Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar”,  como represalia por las informaciones publicadas en el medio sobre el presunto fraude fiscal de la pareja de Ayuso.

La organización se adhiere al comunicado de FAPE y APM, en el que expresan su apoyo y respaldo a los trabajadores del medio dirigido por Ignacio Escolar. Además, las tres organizaciones condenan rotundamente las amenazas enviadas a altas horas de la noche del pasado martes por Miguel Ángel Rodríguez a una periodista de elDiario.es que no había participado en la cobertura relativa a las informaciones de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ni se había puesto en contacto con él. En los mensajes, el jefe de gabinete de Ayuso declaró textualmente: “Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar. Idiotas. Que os den”. Ante la pregunta de la redactora sobre si se trataba de una amenaza, Rodríguez respondió: “Es un anuncio”.

En cuanto se hicieron públicas las amenazas, RSF expresó personalmente su total respaldo y amparo a Ignacio Escolar, director del medio. La organización considera que las amenazas recibidas, las cuales afectan tanto a los periodistas como al propio periódico, constituyen una forma intolerable de presión que coarta la libertad de prensa. Estas acciones atentan directamente contra el derecho fundamental de los ciudadanos a acceder a información veraz y de interés público.

Tras ofrecer su amparo y protección a elDiario.es, a través de su cuenta en la red social X, la organización emplazó a Miguel Ángel Rodríguez, a disculparse con el periódico y sus trabajadores, a retirar sus amenazas o a reafirmarse en ellas, sin haber obtenido respuesta. Rodríguez confirmó a El País que había proferido estas amenazas, pero las circunscribió al ámbito “particular y privado”.