POLONIA | RSF lamenta la reciente prórroga de la detención de Pablo González, encarcelado desde hace un año

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El periodista español, acusado de espiar para Rusia, lleva doce meses encarcelado provisionalmente en la prisión de Radom, sin que se le haya imputado oficialmente ningún delito. Reporteros Sin Fronteras (RSF) lamenta la orden del tribunal de prorrogar su detención otros tres meses.

El Tribunal de Apelación de Lublin ha anunciado recientemente que prorroga la detención preventiva del reportero Pablo González hasta el 24 de mayo de 2023. El 28 de febrero hará un año que fue detenido por la Agencia Polaca de Seguridad Interior (ABW) en Przemyśl, acusado de espiar para los servicios rusos.

Dado que Pablo González es considerado “preso peligroso”, se le han impuesto condiciones especialmente duras, como llevar esposas en todo momento al salir de su celda -constantemente vigilada por cámaras- o que los funcionarios de prisiones le obliguen a desnudarse varias veces al día y someterse a registros extremadamente minuciosos. Se le ha llegado a permitir ducharse solo una vez por semana y no se le concedió la visita de un dermatólogo durante meses por un problema de piel. Además, el periodista no tuvo la posibilidad de recibir visitas, hasta que su mujer logró ir a verlo en noviembre, nueve meses después de su detención.

“Lamentamos que el tribunal polaco se haya negado a poner en libertad al periodista Pablo González mientras espera su juicio por espionaje. Su detención, una medida preventiva especialmente dura, debe terminar cuanto antes. Mientras tanto, las condiciones de su confinamiento deben mejorar significativamente “, afirma el responsable del Área UE-Balcanes de RSF, Pavol Szalai.

Pablo González está especializado en el espacio postsoviético y cubría la guerra en Ucrania y la crisis de refugiados en la frontera ucraniano-polaca para medios españoles como el diario Público y la cadena de televisión La Sexta.

Hasta ahora, no se han revelado elementos materiales de calado que justifiquen la detención de Pablo González. En particular, las autoridades polacas alegan que el periodista estaba en posesión de dos pasaportes con nombres diferentes, uno ruso y otro español, dando a entender que uno de ellos constituía una prueba de uso de identidad falsa con fines de espionaje. En el pasaporte ruso de González, el periodista consta como Pavel Rubtsov, pues utiliza el apellido de su padre; su documento español le identifica como Pablo González Yagüe, ya que usa los dos apellidos de su madre, quien decidió, con el acuerdo del padre, registrar a Pablo con su nombre y apellidos españoles cuando se divorciaron y ella se trasladó a España con su hijo siendo niño, en los años noventa.

Polonia se sitúa en el puesto 66 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de RSF.