UCRANIA | La libertad de la información en estado crítico en Crimea

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| La libertad de la información en estado crítico en Crimea
06.03.2014 23:52

Reporteros Sin Fronteras denuncia el creciente clima de censura que se ha instaurado en Crimea. La suspensión de medios locales, el control de sus instalaciones y la agresión a periodistas son medidas completamente arbitrarias que atentan contra la libertad de información.

“Los acontecimientos que tienen lugar en Crimea atraen la atención de todo el mundo, pero los responsables de la región deben también garantizar que periodistas locales y extranjeros puedan hacer su trabajo. Los crecientes obstáculos y actos de censura a la libertad de información resultan inaceptables”, afirma Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras.

El 6 de marzo de 2014 se han cortado las señales de las televisiones ucranianas 1+1 y 5 Kanal y se ha substituido la señal de la cadena Tchernomorka, cortada desde el 3 de marzo, por la rusa Rossiya 24. Según el Kyiv Post, los responsables de estos cambios serían los individuos armados que habrían irrumpido en el centro audiovisual de Simferopol, la mañana de 6 de marzo.

Este mismo día decenas de individuos vestidos con trajes militares, sin armas, han bloqueado la entrada a la sede de GTRK Krym. Según el director general de la cadena, Stepan Goulevaty, han impedido la salida y no han dejado entrar más que a trabajadores de GTRK Krym, sin dar más explicaciones.

En paralelo, el número de periodistas agredidos crece sin parar:

El 6 de marzo soldados rusos sin identificar agredieron frente a la base militar de Belbek, a la corresponsal del servicio ruso de la BBC Olga Ivchina y varios compañeros a gritos de “los ocupantes de Criema”. Registraron a la periodista y les acusaron de ser espías británicos antes de soltarles.

El 4 de marzo, periodistas de 1+1 y de Al-Jazeera también fueron rodeados cuando intentaban dejar la base militar de Evpatory y no pudieron hacerlo hasta que mostraron su material e identificaciones. Les escoltaron durante largo rato y no les permitieron filmar.

El 6 de marzo, en Simferopol, dos reporteros del periódico alemán Bild, acompañados del periodista ucraniano Volodymyr Iltchenko, también fueron agredidos por un grupo de jóvenes con gritos de “ocupantes de Crimea”. Los agresores intentaron quedarse sus portátiles y les persiguieron. El 5 de marzo, en esa misma ciudad, el corresponsal de Argumenty Tijnia – Krym, Stanislav Iourtchenko, fue amenazado por los miembros de una “milicia de autodefensa” mientras intentaba cubrir la represión de una manifestación de “mujeres contra la guerra”. Sus agresores le torcieron el brazo, le intentaron quitar su cámara y le amenazaron con represalias si difundía alguna imagen del evento.

El 6 de marzo, en Moscú, Evgueny Fedorov, del partido Rusia Unida, ha anunciado su intención de introducir un proyecto de ley para encarcelar a los líderes de los medios de radiodifusión “antirrusos” o  que proporcionen” informaciones extremistas y separatistas antirrusas”. Unas medidas que se aplicarían también a los acontecimientos que tienen lugar fuera de Rusia.

El 4 de marzo, en Kiev, el proveedor de televisión por cable y de acceso a Internet, Lanet, ha dejado de retransmitir los tres canales nacionales rusos apoyando su decisión en “evitar una propaganda agresiva que llama a la guerra e incita al odio”. El presidente de la Comisión Parlamentaria para la Libertad de Información y Expresión, Nikolaï Tomenko, había pedido comprobar que estos canales no violaban la legislación ucraniana.