TURQUÍA | Una reforma legal extiende la censura masiva a las redes sociales

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su preocupación ante la censura de Internet que Turquía utiliza para silenciar a los periodistas que se expresan abiertamente. Una reforma legal recién entrada en vigor otorga al gobierno un control aún mayor sobre las plataformas de las redes sociales.

Todas las redes sociales -incluidos Twitter, Facebook, Instagram, TikTok y YouTube-, se verán afectadas por la enmienda de la ley sobre delitos en Internet que entró en vigor el 1 de octubre.

Aprobada por el Parlamento turco el 29 de julio, la enmienda obligará a las plataformas digitales con más de un millón de usuarios a enviar informes al Organismo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (BTK) de Turquía como respuesta a los requerimientos de las autoridades administrativas o judiciales de censurar o bloquear el acceso a los contenidos online.

Por orden de un juez o de la BTK, la Unión de Proveedores de Acceso (ESB) también deberá instruir a los servidores de Internet o motores de búsqueda para que ejecuten las decisiones de bloqueo de acceso en un plazo de cuatro horas, so pena de que se les imponga una multa.

Si las plataformas no cumplen un requisito establecido en la enmienda de almacenar los datos de los usuarios turcos en Turquía, se les podría imponer una multa de hasta 30 millones de liras turcas (3,9 millones de euros), se les podría prohibir la publicidad y, como último recurso, las autoridades podrían incluso imponer una reducción drástica del ancho de banda de que disponen en Turquía.

Las plataformas también deben designar a un representante en Turquía que se encargue de aplicar las órdenes de los tribunales turcos de retirar el contenido o bloquear el acceso a las cuentas de los medios sociales.

“Estas nuevas disposiciones otorgan al gobierno turco un gran control sobre las redes sociales y, si las plataformas cumplen las exigencias de las autoridades, muchos periodistas digitales pueden verse bajo amenaza judicial directa”, explica el representante de RSF en Turquía, Erol Onderoglu. “Como todas las formas de disidencia digital ya han sido objeto de intervenciones sistemáticas y arbitrarias, cabe esperar un nivel de censura sin precedentes en las plataformas a partir de su entrada en vigor”.

347 artículos censurados en tres meses

La preocupación de RSF por la nueva enmienda se ve acrecentada por el hecho de que, desde su aprobación el 31 de julio, RSF ha registrado al menos 347 casos de artículos digitales que han sido censurados por constituir un insulto, una amenaza a la seguridad nacional o una violación del “derecho al olvido”. Esta censura se ha llevado a cabo a petición no sólo de las autoridades, sino también de empresas y personas cercanas al Gobierno, entre ellas el hijo del presidente, Bilal Erdogan, y su yerno, Berat Albayrak, actual Ministro de Hacienda y Tesoro.

Con el fin de “proteger la reputación y los derechos personales”, un magistrado de Estambul bloqueó el 13 de agosto el acceso a 57 artículos que implicaban al hijo del presidente en un caso de clientelismo. Publicados principalmente en los digitales Cumhuriyet, BirGün, soL y OdaTV el 6 de agosto, criticaban la decisión de adjudicar a un amigo de Bilal Erdogan un contrato por un valor de 280 millones de liras turcas (30 millones de euros) para la construcción de edificios públicos en el distrito de Atasehir de Estambul.

El 30 de julio, un magistrado local de la ciudad de Gaziantep censuró un artículo de Murat Güres en el sitio web de Yurt Haberleri por “atacar la persona del rector Ali Gür”. El artículo informaba de que el Consejo de Educación Superior había comenzado a investigar al rector por “abuso de poder” y “falsificación de documentos”. Güres respondió pidiendo a un tribunal que anulara esta decisión alegando que la solicitud de retirada del artículo en el plazo de cuatro horas violaba el derecho a la información y abría el camino a decisiones arbitrarias.

Tres sitios completamente inaccesibles

Sin dar ningún motivo concreto, un magistrado local de la ciudad meridional de Antakya prohibió el acceso a la web del diario pro kurdo Yeni Yaşam el 25 de septiembre, el mismo día en que fueron detenidos ex parlamentarios y otros miembros destacados del partido pro kurdo HDP, sobre todo en la ciudad sudoriental de Diyarbakir.

Radio Özgürüz, un medio digital creado por Can Dündar -conocido periodista que vive en un exilio autoimpuesto en Alemania-, fue censurado por la BTK el 13 de agosto. Para eludir la censura de las autoridades turcas, Dündar ya ha tenido que relanzar el sitio 21 veces desde su creación, en 2017.

Por último, la BTK bloqueó el acceso al sitio web de OdaTV en marzo, después de que dos de sus periodistas fueran encarcelados por haber nombrado a un oficial de los servicios de inteligencia turcos que había sido asesinado en Libia. Es la primera vez en 13 años que OdaTV ha sido sometida a una censura de esta magnitud. También se han censurado últimamente los sitios de medios de comunicación progubernamentales como Sabah, Yeni Şafak y Takvim.

Turquía ocupa el puesto 154 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF.