TURQUÍA | La venta del grupo mediático Doğan completa el control gubernamental de los medios turcos

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El reciente anuncio de la venta del principal grupo de medios de Turquía, Doğan Media Company, a un conglomerado progubernamental, Demirören Holding, es el certificado de defunción del pluralismo mediático en Turquía, señala Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Doğan era el único grupo de medios que no había sido puesto bajo el control del gobierno turco y su venta a Demirören marca el final de una era.

Entre sus principales medios de comunicación se cuentan el diario Hürriyet, el canal de noticias las 24 horas CNN Türk (una empresa conjunta con CNN ), la agencia de noticias DHA, el diario en inglés Hürriyet Daily News, el canal de televisión Kanal D y el tabloide Posta. Es de prever que muchos de los periodistas del grupo sean despedidos.

«Esta venta significa la muerte del pluralismo y el periodismo independiente en los principales medios de Turquía», afirma Erol Önderoğlu, representante de RSF en Turquía. «El gobierno ahora tiene el control total de los medios para la precampaña de las elecciones generales de 2019. En medio de una ofensiva sin precedentes contra la sociedad civil y la oposición política, solo un puñado de periódicos de baja circulación aún ofrecen una alternativa a la propaganda del gobierno».

Como muestra el «Informe sobre de la propiedad de los medios» realizado en los últimos años por RSF y el sitio web de noticias Bianet, el 80% del panorama mediático turco ya estaba afiliado, política o financieramente, al gobierno. Tras la venta de las cabeceras del grupo Doğan, nueve de los diez canales de televisión más vistos y nueve de los diez diarios nacionales más leídos serán propiedad de empresarios progubernamentales.

Bajo presión, el grupo Doğan ya vendió el prestigioso diario Milliyet a Demirören en 2011. El que una vez fuera considerado como uno de los pilares del periodismo independiente ha experimentado desde entonces una transformación completa y ahora es una parte integral del aparato de propaganda del gobierno. Mientras tanto, otros medios del grupo Doğan habían atenuado significativamente sus críticas al gobierno.

El propietario de Demirören Holding, Erdoğan Demirören, es muy conocido por sus vínculos con el presidente Recep Tayyip Erdoğan. En 2003, cuando era primer ministro, Erdoğan fue testigo en la boda de uno de los hijos -y copropietario- del industrial.

En una conversación telefónica que se filtró en 2014, se escuchaba al primer ministro Erdoğan regañar a Demirören por permitir que Milliyet publicara revelaciones sobre las conversaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Entre sollozos, Demirören pedía perdón y prometía tratar despiadadamente a los responsables.

Turquía ocupa el puesto 155, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de Reporteros Sin Fronteras. La ya muy preocupante situación de los medios se ha vuelto crítica durante el estado de emergencia proclamado tras el intento de golpe de Estado del  15 de julio de 2016: cerca de 150 medios de comunicación han sido cerrados, se están celebrando juicios en masa y el país tiene el récord mundial por número de periodistas profesionales encarcelados. Más, en el Informe Anual de la organización.