SIRIA | Mazen Darwish, Premio Guillermo Cano de la UNESCO 2015

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| Mazen Darwish, Premio Guillermo Cano de la UNESCO 2015
07.05.2015 18:40
La UNESCO ha otorgado el premio Guillermo Cano a la Libertad de Prensa a Mazen Darwish, periodista sirio encarcelado desde 2012 y apadrinado por la sección española de Reporteros Sin Fronteras (ampliar información sobre su caso).
Reporteros Sin Fronteras transcribe a continuación el discurso íntegro de la esposa de Darwish, Yara Bader, pronunciado el 3 de Mayo, en Riga, en la ceremonia organizada por la UNESCO.
Bader, que dirige desde entonces el centro sirio de medios del que era presidente su marido antes de ser encarcelado, habló de su situación y de la libertad de información en Siria, devastada por la guerra. 
A continuación el discurso completo:
Señoras y Señores,
Me presento ante ustedes hoy, llena de orgullo, pero también de pena. Orgullo porque este premio haya recaído en Mazen, pero tristeza por saber que no está aquí para recibirlo, sino en un centro de detención, muy, muy lejos de la civilización. Mientras preparaba el viaje para venir aquí me preguntaron si Mazen podría unirse a la ceremonia via Skype o algo parecido… Me quedé atónita durante unos minutos. Sí había escuchado que en algunas cárceles europeas los prisioneros podían comunicarse con el mundo. Pero Mazen y yo venimos de otro país donde no se respetan los derechos humanos, y sin embargo, es un país en el que su pueblo se levanta contra las murallas que le oprimen y sueña con construir un futuro mejor. 
La situación que atravesamos hoy puede ser similar a la que Europa haya atravesado en otros momentos, me refiero en su transición de la edad oscurantista a la época de la Ilustración, y su rechazo a someterse a la tiranía que restringe los derechos del ser humano y le confina en una celda de una superficie de un metro y medio, sin luz, a expensas únicamente de su espíritu y fe.
También yo estoy un poco perdida. No soy más que una principiante, que aprende sobre el periodismo y la libertad.
Pero, pese a que todos nacimos libres, y la libertad es la esencia de la humanidad, como dijo Frederich Schiller a finales del siglo XVIII, sólo aquellos pocos con profundo sentido moral y conciencia de la responsabilidad moral, son los verdaderamente libres, los que pasan la vida luchando por la libertad. Porque creo que sólo esa lucha es el camino para liberarse uno mismo. Mazen Darwish es uno de ellos. 
Es un hombre libre, obsesionado con la responsabilidad ética y un sentido moral por encima de todo. Por ello Mazen escogió hace diez años, en libertad, abandonar muchas cosas y regresar a su país, trabajar para él, en su contexto y bajo la sombra de la opresión que le gobierna.
El periodismo es la actividad humana que más se enfrenta al poder absoluto del Estado, por ello Mazen, abogado y defensor de los derechos humanos, decidió dedicarse al él.
“La palabra es un derecho básico, defenderla es una obligación básica” era el eslogan del centro creado por Mazen en 2004 con el objetivo de vigilar el estado de las libertades en Siria, entre ellas el derecho a la libertad de expresión. Mazen trabajaba con dedicación más de 12 horas diarias recabando información y vigilando los mecanismos de control de la información de las autoridades. 
Como no hay una sociedad libre a la sombra del autoritarismo de las instituciones, la lucha de Mazen era una lucha por el derecho a la libertad de información, de expresión, y los derechos básicos de la ciudadanía. Siempre la lucha por la libertad de prensa en un contexto de este tipo es una lucha ética antes que cualquier otra cosa.
En 2007, Mazen escribió: “La separación de los medios de comunicación del control del Estado es uno de los puntos elementales de una transformación real y democrática del mundo árabe”. 
En Siria, y en el marco de su transformación revolucionaria, decenas de hombres y mujeres jóvenes eligieron conscientemente enfrentarse al poder militar y al férreo control de seguridad rompiendo la cortina de hierro que separaba la información de entrada y de salida. 
Asimismo, a través de la fotografía, proporcionan información alternativa, hablan a través de los medios de comunicación, la actividad en las redes sociales, la documentación y la escritura, lo que les ha llevado a  pagar con sus vidas un alto precio por su lucha revolucionaria desde marzo de 2011.
La detención de Mazen en 2012 fue un claro mensaje de represión, no solo a él, sino al movimiento civil y pacífico de la razón. Pero no pueden detener las ideas o el libre albedrío. Las autoridades sólo pueden privarle de seguir contribuyendo y participando de una manera activa, de compartir la idea de que “no hay alternativas fiables en este control autoritario”.
En la primavera de 2011, Mazen escribió: “Ningún régimen, ni gobierno o grupo alguno, ha sido nunca capaz de monopolizar la verdad, ni siquiera su naturaleza multifacética. Ni en los días del telón de acero ni ideologías similares”. 
Pero hoy, en los tiempos de las telecomunicaciones y las redes sociales, las autoridades utilizan el “caos informativo” estratégicamente… Actuando deliberadamente en esa política de “caos informativo” para crear una confusión que deforma la verdad perseguida por el periodista.
El periodismo es un proceso creativo, tiene sus objetivos y sus principios establecidos, sus medios, y sus protagonistas, que están cambiando. Este sistema necesita a personas que tengan la capacidad de incluir en su trabajo la responsabilidad y conciencia ética. 
Mazen trabajaba por esta responsabilidad. Su detención e insistencia en no ponerle en libertad, pretende atacar a esos principios, no sólo a su persona. Atacar a conocidos periodistas que han contribuido a una visión mejor y más libre de las cosas, siempre ha sido una especialidad de los autoritarismos.
En medio de la locura de la guerra, en este duro camino hacia la libertad, luchamos con nuestros valores morales, herramientas profesionales y con nuestro libre albedrío. Esto es lo que he aprendido de ti, Mazen.
Te necesito, pero sé muy bien que Siria te necesita más que yo, porque necesita ética y libertad de prensa.
Mazen diría: 
“Dedico a mis hijos, Inana y Adad, este premio. Los años de amor que he pasado en la oscuridad son para que vosotros viváis en la luz, sin miedo a soñar ideas, palabras que tendréis y debéis decir.
Así que por eso, perdonad mi ausencia hoy”. 
Yara Bader –  Directora del Centro Sirio de Medios