POLONIA | Despiden sin justificación a dos periodistas de la radiotelevisión pública

0
3717

Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su preocupación por el despido de dos veteranos periodistas de la radiotelevisión pública de Polonia a mediados de enero. Los hechos se producen después de que, en 2019, el creciente acoso contra los periodistas independientes en el medio estatal culminase con una serie de despidos durante la reestructuración interna.

 

Dariusz Rosiak, que llevaba trabajando para la radio polaca desde 2006, es una de las dos últimas víctimas. Se enteró el 17 de enero de que no le iban a renovar el contrato. “Pregunté la razón, pero la emisora no quería decírmela”, ha explicado a Reporteros Sin Fronteras. La Asociación de Periodistas Polacos (SDP) reaccionó enseguida y solicitó su reincorporación inmediata.

 

La otra víctima reciente es Wojciech Majcherek, un redactor de gran experiencia en el canal de televisión público TVP Kultura y cuyo contrato se rescindió por razones disciplinarias. Hasta el momento, un total de 59 personalidades de la cultura han firmado una carta dirigida al jefe de la televisión pública polaca, Jacek Kurski, en apoyo de Majcherek, quien ha dicho que planea presentar una demanda por su despido.

 

“La independencia de los medios de comunicación de Polonia está consagrada en la ley pero, en la práctica, es muy relativa”, señala la redactora en jefe de RSF, Pauline Adès-Mével. “El despido de periodistas veteranos cuya profesionalidad nunca ha sido discutida viola las reglas de una sociedad democrática y amenaza la libertad de prensa. La política de empleo debe basarse en el mérito y la transparencia, no en las afinidades con los líderes del partido gobernante”.

 

Entre las víctimas del creciente acoso de periodistas en la emisora estatal del año pasado se cuenta Grażyna Bochenek, que fue despedida en junio, pocos días después de que presentase una denuncia acusando al presidente de Radio Rzeszów de hostigamiento, discriminación y violación de sus derechos.

 

Un mes después, los tres principales departamentos de noticias del servicio estatal de radiodifusión (internacional, economía y deportes) fueron eliminados en una reorganización diseñada para “mejorar el funcionamiento”, según dijo un portavoz. En la práctica, permite a los jefes de cada emisora de radio ejercer un control diario más cercano sobre la producción de contenidos y sobre lo que hacen sus redactores.

El Defensor del Pueblo de Polonia, Adam Bodnar, hizo sonar la alarma a fines de julio sobre la aparente intención de despedir a varios periodistas, incluidos Ernest Zozuń, Sylwia Zadrożna y Agata Kasprolewicz, con el pretexto de llevar a cabo una reestructuración. Kasprolewicz no había sido reasignada a ningún puesto desde que se eliminó el departamento de internacional. Al menos 77 de sus colegas dirigieron una carta abierta al presidente de la emisora pidiéndole que les dieran un nuevo puesto. El Defensor del Pueblo recibió por fin en enero una respuesta de la dirección diciendo que el director de programación tenía el derecho de elegir a los periodistas que trabajan para él.

 

Los otros dos periodistas, Zozuń y Zadrożna, fueron reasignados. El primero, que había sido redactor jefe del departamento de internacional, pasó tres meses en el archivo, despojado de toda influencia sobre los contenidos de la programación. Perdió su programa y sus tareas actuales son menores que las de antes.

 

Dichas tácticas ya se habían usado antes. Dos periodistas, Małgorzata Spór y Anna Zaleśna, sufrieron el mismo destino en 2016. En una muestra de apoyo, sus colegas publicaron fotos de ellas con las manos sobre la boca en las redes sociales, junto con la palabra #kogonieslychac, para simbolizar la censura a que habían sido sometidas.

 

La libertad de prensa lleva siendo atacada en Polonia desde que el partido conservador Ley y Justicia (PiS) ganó las elecciones en 2015. Una ley aprobada en diciembre de ese año -con las objeciones de muchas organizaciones internacionales, incluida RSF-, le dio al partido gobernante un control cercano de los medios públicos, que le permiten amordazarlos, convertirlos en medios de propaganda y despedir a sus jefes a voluntad.

 

Estas políticas han perjudicado gravemente la calidad de los programas de radio públicos y han ayudado a precipitar la rápida caída de Polonia en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de RSF, donde ahora ocupa el puesto 59 de 180 países.  Ver también el Informe Anual/ Balance de la organización.