MÉXICO | Ataque a dos emisoras de Quintana Roo

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| Ataque a dos emisoras de Quintana Roo
31.10.2013 20:44

Un grupo de quince individuos aproximadamente, encapuchados y armados con machetes y cócteles molotov, atacó, el 28 de octubre, la sede de las emisoras La estrella maya que habla y La FM Maya, en el municipio Felipe Carrillo Puerto, del Estado de Quintana Roo, destruyendo todos los equipos de transmisión.

Ambas radios pertenecen al ex alcalde del municipio, Sebastián Uc Yam, cuya familia también resultó agredida, junto al vigilante de las instalaciones y los periodistas que se encontraban en el lugar: Vladimir Rimbón Bonora y Arturo García Landeros. A éste último le hirieron con un machete y ya ha sido dado de alta por los médicos que le atendieron.

Reporteros Sin Fronteras condena firmemente este ataque y espera que la Averiguación Previa emprendida por la Procuraduría de Justicia del Estado de Quintana Roo permita identificar a los culpables. RSF pide a las autoridades que no se concentren únicamente en las actividades políticas de Sebastián Uc Yam y no descarten prematuramente la hipótesis de que la agresión haya estado relacionada con la actividad periodística de las emisoras. “La Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República debe intervenir en la investigación tal como lo establece su nuevo mandato y el gobierno debe garantizar la seguridad de los integrantes de la radio”, solicita la organización.

La policía, acompañada de algunos miembros del ejército, tardó una hora en llegar al lugar del ataque. Según Hermelindo Martínez Cruz, locutor de La estrella maya que habla, no es la primera vez que los trabajadores de la radio son víctimas de agresiones: él mismo habría estado secuestrado varias horas en julio de 2012, hecho nunca investigado pese a haber sido denunciado.

Los casos de agresiones a periodistas se quedan sin resolver y permanecen impunes con mucha frecuencia. Con 88 periodistas asesinados y otros 17 desaparecidos en una década, México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para el gremio periodístico.