INDIA | El aumento de asesinatos y el deterioro del clima de trabajo lleva a RSF a crear un informe especial

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Reporteros Sin Fronteras publica por primera vez un ‘Informe de incidentes’ sobre la libertad de prensa en India, después del asesinato de un cuarto periodista en menos de seis meses y un notorio aumento del discurso de odio. Este documento se centra en el análisis de los indicadores que determinan el puesto que ocupa un país en la Clasificación Mundial de la organización.

En vista de la escalada de violaciones de la libertad de prensa en la India en los últimos seis meses, el Informe de Incidentes examina la posición del país en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, documento de referencia mundial sobre libertad en los medios. En la tabla de 2018, publicada el pasado abril, la India ocupa el puesto 138 de un total de 180 países, dos lugares más abajo que en 2017. La situación ha seguido deteriorándose.

Como resultado, los indicadores de Agresiones y Entorno de trabajo, que cuentan en la evaluación de la Clasificación por parte del país, muestran una tendencia negativa y apuntan a otra caída de puestos de cara a la edición de 2019 a menos que las autoridades tomen medidas para rectificar la situación.

El 3 de julio, el secretario general de RSF, Christophe Deloire, escribió al primer ministro indio Narendra Modi diciéndole que se había emitido el Informe en relación con la libertad de prensa en el país y pidiéndole que tomara medidas urgentes. Se emite un Informe de Incidentes cuando se observan acontecimientos que podrían afectar la posición de un país en función de uno o más de los indicadores que se utilizan en la evaluación de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.

En su carta, RSF señala que “en los primeros seis meses de 2018 se igualó la cifra de reporteros asesinados de 2017, mientras que el discurso de odio dirigido a los periodistas se ha incrementado enormemente, causando una gran preocupación por su seguridad”.

Asesinatos y agresiones

En 2017, al menos tres periodistas fueron asesinados en relación con su trabajo y un cuarto caso aún está bajo investigación. En 2018, la situación parece haber empeorado significativamente. Cuatro periodistas han sido asesinados en el país en el primer semestre del año.

El 14 de junio, el editor del renombrado periódico Rising Kashmir, Shujaat Bukhari, fue asesinado a tiros cuando salía de su oficina en Srinagar, la capital del estado de Jammu y Cachemira, administrado por la India. Era uno de los periodistas más famosos de la India y el cuarto miembro de la profesión asesinado este año por causa de su trabajo.

El 26 de marzo, Sandeep Sharma, que había estado investigando la extracción ilegal de arena, murió aplastado por un camión de la basura en el estado de Madhya Pradesh, en el centro de la India. Un día antes, otros dos periodistas, Navin Nischal y Vijay Singh, redactores del diario Dainik Bhaskar, fueron atropellados y asesinados por un automóvil en el estado de Bihar.

En términos generales, las agresiones contra los periodistas han aumentado notablemente en los últimos seis meses. El 22 de junio, Satyendra Gangwar fue herido de bala en el norte de Uttar Pradesh, cerca de la frontera con Nepal, por miembros de la mafia minera, a la que había estado investigando y que ya estuvo tras otro asalto anterior, en marzo.

El 18 de junio, Suman Debnath, que estaba investigando el robo de petróleo en el estado de Tripura, casi muere cuando dos hombres intentaron cortarle la garganta. El 17 de abril, en el estado vecino de Meghalaya, la casa de Patricia Mukhim, redactora jefe del Shillong Times, fue atacada con un cóctel Molotov.

Además, ha aumentado el número de casos de violencia policial y ataques de las fuerzas de seguridad en Jammu y Cachemira, así como los actos violentos perpetrados por activistas políticos. El capítulo de “agresiones” representa una quinta parte de la evaluación de cada país realizada por RSF para la Clasificación Mundial de libertad de prensa que se publica de forma anual.

Entorno hostil y autocensura

La otra variable sobre la cual RSF tiene la intención de interrogar a las autoridades indias es el alarmante y generalizado deterioro del entorno laboral de los periodistas en los últimos meses. Las campañas de odio online y el acoso de los ejércitos de trolls que promueven la doctrina Hindutva, una mezcla de hinduismo y nacionalismo occidental de antes de la guerra favorecida por el primer ministro Modi, han alcanzado niveles sin precedentes.

La periodista Rana Ayyub sufre una pesadilla infernal desde abril, después de que se le atribuyeran mensajes falsos de Twitter, lo que ha desencadenado un estallido de mensajes de odio publicados en las redes sociales, como insultos sexistas, vídeos pornográficos falsos y llamadas para que sea violada en grupo y asesinada.

Un mes después, el periodista de televisión Ravish Kumar reveló que las amenazas de muerte que había estado recibiendo en su teléfono desde 2015 habían aumentado considerablemente en cantidad y nivel de hostilidad durante el mes anterior. El principio de la ola de amenazas contra Kumar coincidió con la publicación de su libro, The Free Voice, en el que señala el inquietante declive de la libertad de prensa en la India de Modi, que él describe como una “república del miedo”.

Deterioro significativo

Este tipo de intimidación, que afecta a los periodistas que expresan incluso la más leve crítica del gobierno actual, crea un duro clima de autocensura e incluso de propaganda. Esto es lo que sugiere una investigación llevada a cabo por el sitio web de noticias Cobrapost, llamada Operación 136, en referencia a la posición de la India en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de RSF.

Se descubrió que los departamentos comerciales de la mayoría de los principales grupos mediáticos indios aceptarían sobornos sustanciales a cambio de una cobertura favorable del partido gobernante. En lugar de hacerse eco de este escándalo, los medios de comunicación lo ignoraron en gran medida, lo que es un síntoma del nivel de autocensura que se cierne sobre la industria de noticias del país.

En estas circunstancias, es probable que el indicador de Entorno de trabajo y Autocensura, que representa el 13% de la puntuación general de cada país, se vea afectado. Junto con las agresiones, representa el 33% de la evaluación general. Actualmente, la India ocupa en la tabla la posición 138, de 180 países y, por lo tanto, ya se encuentra en una zona difícil.

Recomendaciones

Para revertir esta tendencia, RSF hace las siguientes recomendaciones a las autoridades indias:

  • El establecimiento de un sistema capaz de garantizar la seguridad de los periodistas en situación de riesgo y, especialmente, de brindar una protección adecuada a quienes dicen haber sido amenazados.
  • La investigación rápida e independiente de los casos en que los periodistas han sido asesinados o han sido blanco de intentos de asesinato para poner fin a la impunidad de la que gozan los autores materiales e intelectuales de esos crímenes.
  • Mejor capacitación para los agentes de la ley sobre cómo garantizar la seguridad de los periodistas y permitirles hacer su trabajo, además de sancionar adecuadamente a todos los oficiales de policía y miembros de las fuerzas armadas que se desvíen de estas reglas, incluidos los que dan las órdenes.

RSF también llama a los representantes del gobierno y del partido gobernante a:

  • Condenar en los términos más enérgicos las campañas online de odio y acoso dirigidas a periodistas.
  • Mostrar transparencia con respecto a la notoria célula de Tecnologías Ia Información del BJP y sus actividades.

Además, RSF recomienda que las divisiones comerciales de las organizaciones periodísticas elaboren un código de prácticas que permita a los periodistas realizar su trabajo de forma imparcial y sin temor a la censura.

Finalmente, RSF hace un llamamiento a las plataformas digitales para que muestren una mayor transparencia y responsabilidad en la regulación de su contenido, particularmente en relación con los mensajes de odio y las amenazas dirigidas a los periodistas.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) presenta un nuevo procedimiento de Informe de Incidentes para casos donde ha observado un deterioro en uno o más de los indicadores utilizados para determinar las posiciones de los 180 países clasificados en el Índice Mundial de Libertad de Prensa. Emitirá una advertencia al país en cuestión.

RSF utiliza siete indicadores: pluralismo, independencia de los medios, agresiones, entorno de trabajo y autocensura, marco legislativo, transparencia y calidad de la infraestructura que respalda la producción de noticias e información .