CANADÁ | Tiempos difíciles para el periodismo bajo el gobierno de Stephen Harper

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| Tiempos difíciles para el periodismo bajo el gobierno de Stephen Harper
16.10.2015 19:29
Reporteros Sin Fronteras repasa la situación de la libertad de información en Canadá los días previos a las elecciones federales del 10 de octubre. El panorama no es muy halagüeño. 
Pese a la posición que ocupa Canadá en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, la libertad de la prensa y el acceso a información han sufrido un serio retroceso en los nueve últimos años. Las limitaciones sistemáticas a la libertad de movimiento de los fotógrafos y la dificultad de entrevistar al primer ministro, incluso en ruedas de prensa, parecen constantes en la filosofía del partido conservador.
Política de puerta cerrada
“Desde que Stephen Harper fue nombrado Primer Ministro, en 2006, su actitud hacia los medios de comunicación y la libertad de información ha sido claramente negativa. Uno de los ejemplos más obvios es la política de puerta cerrada de su administración en lo que respecta a las peticiones de entrevistas de la prensa”, afirma Delphine Halgand, directora de Reporteros Sin Fronteras en Estados Unidos.
“Cada vez que fotografías a Stephen Harper pareces su enemigo”, asegura Amber Bracken, fotoperiodista y presidente de la News Photographers Association of Canada. “Utiliza la seguridad como pretexto para proteger su imagen”, explica Bracken cuando habla de los cordones policiales que establece la seguridad del primer ministro y las áreas específicas para que los fotógrafos hagan su trabajo.
La situación es igual de frustrante para los periodistas. Justin Ling, de Vice, lleva años cubriendo actos políticos en Canadá y asegura que el acceso de los medios a estos eventos “ha ido de ser muy bueno a una auténtico desastre en los últimos años”. Según Ling, la información está cada vez más limitada. El primer ministro responde aproximadamente a cinco preguntas cada dos o tres meses, asegura. Los periodistas que pagan para viajar con él pueden hacer cuatro preguntas, la quinta está habitualmente reservada a una publicación local. 
Tratar a los reporteros como “enemigos” no sólo pone en evidencia la actitud del primer ministro hacia la prensa, también forma parte de una campaña diseñada por su partido. El Partido Conservador envía correos para recaudar fondos sugiriendo que la “prensa de élite” está haciendo todo lo posible para deshacer todo lo que los conservadores proponen y ya lo han logrado.
La seguridad nacional, otra excusa
A esta política de puerta cerrada se suma la legislación antiterrorista que amenaza seriamente la libertad de prensa y de expresión. En concreto la Ley C-51, adoptada en junio de 2015, que incluye penas de hasta 5 años de cárcel por “defender” o “promocionar” el terrorismo en general, incluidas las declaraciones “irresponsables”. Además, otorga a las autoridades la posibilidad de bloquear contenidos en Internet que sean considerados “propaganda terrorista”.
Leer más información (en inglés)