GUINEA ECUATORIAL | Samuel Obiang Mbana: ”Cuando me impiden ejercer mi oficio es como si me quitaran el derecho a la vida”

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| Samuel Obiang Mbana: ”Cuando me impiden ejercer mi oficio es como si me quitaran el derecho a la vida”
30.03.2015 19:42

El periodista Samuel Obiang Mbana, detenido en Malabo cuando cubría una manifestación estudiantil, expone a  Reporteros Sin Fronteras su visión sobre la libertad de prensa en Guinea.

El periodista independiente y corresponsal de AFP, Africa Numéro 1, Deutsche Welle y de la Agence africaine de presse en Malabo, Samuel Obiang Mbana, fue detenido por la policía, el 26 de marzo, y estuvo ocho horas en la Comisaría Central de Malabo. Samuel Obiang Mbana ya había sido detenido con anterioridad, en 2010, por una supuesta falta de acreditación cuando intentaba cubrir la llegada del Presidente, Teodoro Obiang Nguema, que había ido a inaugurar el Parlamento de la Comunidad Económica y Monetaria de los Estados de África Central (CEMAC). En 2014 sus cuentas de Facebook y Yahoo fueron pirateadas cuando participaba en una formación periodística en Francia. A continuación Samuel Obiang Mbana analiza en una entrevista concedida a Reporteros Sin Fronteras la situación de la prensa en Guinea Ecuatorial
Usted fue detenido por la policía la semana pasada cuando cubría la represión de una manifestación estudiantil. ¿Puede contar lo qué pasó?
Sacaba fotos en una manifestación en la universidad de Malabo.  La policía estaba deteniendo a estudiantes en una enérgica intervención y me detuvieron.  Me metieron en su vehículo. Los agentes también discutían animadamente con al menos otros dos periodistas, una mujer de la revista Ekos (revista privada que pertenece a personas cercanas al poder) y un hombre que trabaja para la televisión y la radio nacional. Pero a ellos no los detuvieron.
¿De qué le acusaban?
Los policías me reclamaron haber tomado fotos durante la detención de estudiantes. Pero no me interrogaron. Me quitaron mi cámara fotográfica, mi carta de prensa de Africa Numéro 1, mi teléfono móvil y mi pasaporte. Me encerraron en una celda durante 8 horas. Pienso que su intención era simplemente impedir que hiciera mi trabajo. Al salir de la comisaría se negaron a entregarme mi equipo y mis documentos. Regresé dos días después a recuperarlos, pero mi teléfono había desaparecido.
No es la primera manifestación estudiantil, sin embargo, muy pocos medios de comunicación han cubierto estos acontecimientos…
El descontento de los estudiantes comenzó a mediados de 2014. Desde entonces las manifestaciones han adquirido una magnitud sin precedentes. Detuvieron a unos sesenta estudiantes al mismo tiempo que a mí. A algunos los dejaron en libertad, pero otros aún se encuentran detenidos. Sin embargo, los medios de comunicación no hablaron de ello en los informativos de la noche. La censura es total. Por ejemplo, la Radio Televisión nacional, que ni mencionó el acontecimiento. Generalmente, el Gobierno le dice lo que puede publicar y lo que no. Mientras, el 90% de la población de Guinea Ecuatorial se mantiene informada a través de este medio. Respecto a los medios de comunicación privados, todos son muy cercanos al Gobierno y, por ende, van a autocensurarse o a moderar sus palabras para no ofender a las autoridades. Por ejemplo, Africa 24, que dice ser un medio panafricano e independiente, habló de la huelga de estudiantes, pero no de las detenciones que hizo la policía.
¿Cómo percibe usted la censura en Guinea Ecuatorial?
El Gobierno controla la prensa nacional, le dice qué puede publicar y qué no. Como único  corresponsal ecuatoguineano de la prensa internacional, me considera un traidor del país. Yo hago mi trabajo, ofrezco información, pero el Gobierno no quiere que se difunda. Recibo amenazas. Como no pueden controlarme, me excluyen. Por ejemplo, me negaron la acreditación para cubrir la Copa Africana de Naciones (CAN). También advierten a los  periodistas internacionales que tengan cuidado conmigo. Así es difícil que tenga acceso a la información de forma oficial.
Por otra parte, el Gobierno pide a los periodistas que vengan de fuera que hagan publicidad sobre el régimen, la infraestructura y los logros económicos. Incluso creó en 2013 un órgano dedicado específicamente a ello, el Consejo Africano de Medios de Comunicación, que reúne a periodistas del continente. Su objetivo es “promover la imagen de una África positiva, que trabaja por un mañana mejor” y para ello ha presupuestado un fondo de un millón de dólares. Se transportará a los periodistas en aviones alquilados para que vengan a cubrir los grandes acontecimientos internacionales, como las cumbres de la Unión Africana (UA), entre otros. Estos periodistas también gozarán de subvenciones, lo que no sucede con la prensa ecuatoguineana. El régimen compra a la prensa. Pero yo me hago una pregunta: ¿el papel de la prensa es transformarse en un ejército de imágenes? Yo sólo vivo del periodismo; cuando me impiden ejercer mi oficio es como si me quitaran el derecho a la vida.