ISLANDIA | Dos años de retrocesos para la libertad de información

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| Dos años de retrocesos para la libertad de información
19.11.2014 21:36

La libertad de información en Islandia ha dado pasos hacia atrás en los últimos dos años, un proceso que comenzó con la crisis financiera de 2008. La legislación sobre difamación, ampliamente criticada, permite en la actualidad a una asesora del Ministerio del Interior tratar de encarcelar a dos periodistas bajo acusación penal de difamación. En paralelo, los canales de televisión y radio públicas, a los que la coalición gobernante acusa de parcialidad, han sufrido importantes recortes presupuestarios 

Las leyes de difamación de Islandia han recibido recientemente una avalancha de críticas de los organismos internacionales. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha subrayado el impacto extremadamente negativo de las leyes en los periodistas y la libertad de información, así como el carácter desproporcionado de las penas, mientras que un reciente informe del Instituto Internacional de la Prensa las ha tachado de obsoletas. Reporteros Sin Fronteras pide al gobierno de Islandia que las modifique.
En un caso reciente, Þorey Vilhjálmsdóttir, asesora política del ministro del Interior de Islandia, ha pedido la pena máxima por difamación para los periodistas Jón Bjarki Magnusson y Jóhann Páll Jóhannsson, que erróneamente la identificaron como fuente de filtración en una artículo publicado el 20 de junio.
Pesar a la rectificación de los periodistas en cuestión de horas, a la difusión de un comunicado de disculpa enviado a los medios de comunicación y a la publicación inmediata de una versión corregida -que nombraba a Gísli Freyr Valdórsson, otro asesor del Ministerio del Interior, como la fuente de la filtración- Vilhjálmsdóttir pide la máxima pena por difamación para ambos periodistas en virtud de los artículos del Código Penal 234 y 235: dos años de cárcel, compensación por daños y perjuicios de 3.000.000 de coronas (19.000 €) y las costas legales, 900.000 coronas (5.800€). 
“De confirmarse, el caso sentaría un precedente nefasto para la libertad de información en Islandia”, advierte Reporteros Sin Fronteras. La organización también subraya que el Ministerio del Interior es también el encargado de velar por el respeto a los derechos humanos: Vilhjálmsdóttir debe ser consciente de sus responsabilidades en el ámbito de la libertad de prensa.
Por ello, Reporteros Sin Fronteras ha dirigido una carta a Vilhjálmsdóttir en la que le pide que suavice la denuncia que ha presentado contra los dos periodistas, de forma que sea más proporcionada con el daño real a su reputación.
La radiodifusión pública, amenazada
Desde el comienzo de la crisis financiera en 2008, la libertad de información en Islandia se ha visto seriamente afectada por intereses políticos. Casi todos los redactores jefes de los principales medios de comunicación han tenido que dejar su trabajo este año. La única excepción es David Oddsson, director del diario Morgunblaðið, ex primer ministro y ex gobernador del banco central.
El jefe de información de la compañía de radiodifusión RUV fue despedido junto con el resto de la directiva a raíz de la dimisión del director general. 365 Media, empresa propietaria de la cadena de televisión más importante, ha reducido sus redacciones y ha despedido a dos de sus redactores jefe, que fueron reemplazados por el ex portavoz del marido de la propietaria de la cadena, una figura destacada en los círculos empresariales. Varios periodistas han abandonado la empresa después de la sustitución.
Hasta 2007, la RUV era una entidad pública financiada por un sistema de derechos de licencia. En 2008 se convirtió en una compañía de propiedad estatal, y un año más tarde, el Gobierno asumió el control directo del impuesto del que depende su financiación, y con ello el control directo de su presupuesto.
Como consecuencia de esta pérdida de independencia estructural, las críticas a la falta de imparcialidad editorial se han multiplicado. Entre 2013 y 2014, la gobernante coalición de la derecha criticó en varias ocasiones la cobertura informativa en la televisión y la radio de la RUV, utilizándola como excusa para reducir drásticamente el presupuesto. De hecho, la coalición gobernante a menudo pone en duda la imparcialidad de la cobertura de noticias de la RUV, especialmente de noticias europeas. Sin embargo, una encuesta realizada por la agencia de información Creditinfo reveló que las noticias positivas y negativas sobre la Unión Europea reciben el mismo espacio en este medio estatal.
En agosto de 2013, Vigdís Hauksdóttir, parlamentaria de la coalición gobernante y presidenta del comité presupuestario, comentó la situación del medio de comunicación en una entrevista para Radio Bylgjan recogida por Grapevine: “Creo que llega una cantidad anormal de dinero a la RUV, sobre todo cuando no hacen un trabajo de información destacado. Responden a un programa político que se inclina a la izquierda. Le aseguro que esto es cierto, y lo puedo confirmar dónde y cuándo quiera: la RUV es muy pro-UE “.
Tales comentarios presionan claramente a los periodistas de RUV. En diciembre de 2013 se anunció una reducción del 20% del presupuesto del ente, con la consiguiente pérdida de muchos periodistas en las redacciones de la RUV. La Unión Europea de Radiodifusión emitió una declaración condenando los recortes, mientras que el ex director general de la RUV, Páll Magnússon, aseguró que “los televidentes van a notar la diferencia. Nuestros oyentes escucharán. […] Nuestra capacidad de ofrecer noticias al público islandés se verá disminuida, y los informativos serán más cortos y menos frecuentes”.
La presión continúa. El ministro de Relaciones Exteriores, Gunnar Bragi Sveinsson, criticó la forma en la que había sio tratado por la RUV en una de sus informaciones. En marzo de este año, impuso sus propias condiciones a la entidad, negándose a darle entrevistas si no se le enviaba una copia del vídeo antes de que se emitese. Al final, no se le hizo ni una entrevista. Por otra parte, Sveinsson también acusa a la cadena de ser demasiado pro Unión Europea en su cobertura.
En lo que se refiere a los medios de comunicación privados, Hauksdóttir hizo un llamamiento en Facebook en febrero de 2014 a boicotear el periódico Kvennablaðið. También instó a la empresa de cosmética EGF a “detener la compra de espacios publicitarios” en Kvennablaðið. La Unión de Periodistas de Islandia condenó lo que calificó como “intentos de obstruir la libertad de expresión”.