PAKISTÁN | Detenido un sospechoso de colaborar en el asesinato del periodista Daniel Pearl en 2002

Reporteros Sin Fronteras celebra los esfuerzos de las autoridades paquistaníes en perseguir la impunidad de los crímenes cometidos contra periodistas tras la detención de ayer, 24 de abril, en Karachi, de una sospechoso de haber colaborado en el asesinato en 2002 del periodista estadounidense Daniel Pearl.

El sospechoso ha sido detenido por el Departamento de Investigación de Crímenes de Karachi. Su nombre es Abdur Rehman, también conocido como Sindhi, y es miembro de Al Qaeda y Harkat-e-Jihad-e-Islami.

Abdur Rehman habría supuestamente ayudado a Ahmed Omar Saeed Shaikh, condenado ya por orquestar el secuestro y asesinato del periodista estadounidense, y habría estado en contacto con Osama Bin Laden y su sucesor en 2011, Ayman al-Zawahiri.

“Celebramos esta detención, reflejo de los avances en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos contra periodistas en Pakistan y esperamos que con ella se den pasos significativos para hacer justicia”, afirma Benjamin Ismaïl, responsable de la oficina de Asia – Pacífico de Reporteros Sin Fronteras.

“La ejecución de Daniel Pearl en 2002 es un ejemplo de lo insano de las actuaciones de estos grupos terroristas hacia los periodistas extranjeros. Este despropósito es hoy en día la mayor amenaza para la libertad de información en el mundo”, añade ismaïl.

Abdur Rehman, buscado también por el FBI, comparecerá ante un tribunal en los dos próximos días, según ha informado la policía paquistaní.

Daniel Pearl dirigía la sede en Asia del Wall Street Journal e investigaba las redes islamistas cuando fue secuestrado y asesinado en febrero de 2002.

Desde entonces, los periodistas han seguido siendo blanco de estos grupos radicales y de organizaciones islamistas. Todos ellos, junto con los servicios de Inteligencia del país, están presentes en la lista de “Depredadores de la Libertad de Información” elaborada por Reporteros Sin Fronteras.

Pakistán ocupa hoy el puesto 147 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras, tras haber mejorado su posición desde 2015 con con el descenso del número de informadores asesinados.