NIGERIA | Los periodistas nigerianos, bajo el yugo de los todopoderosos gobernadores

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| Los periodistas nigerianos, bajo el yugo de los todopoderosos gobernadores
31.05.2017 16:13

Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su consternación por toda la violencia contra los periodistas desatada en Nigeria en los últimos 18 meses. La organización recuerda al gobierno federal del presidente Muhammadu Buhari sus obligaciones en materia de libertad de prensa, incluida la de asegurar que los gobernadores de los estados la respetan.

Desde comienzos de 2016, RSF ha registrado más de 70 casos de violencia contra periodistas y medios de comunicación mientras hacían su trabajo en Nigeria. La demolición de Breeze FM, la semana pasada en Abuja, la capital federal, es sólo un ejemplo del clima de violencia e inestabilidad al que están expuestos los periodistas.

La emisora, que comenzó a emitir en febrero, fue derribada en un solo día, el 20 de mayo, sobre la base de que se había emitido una licencia para operar en una zona residencial por error. Los periodistas no pudieron cubrir la demolición porque la policía disparó al aire para dispersar a los manifestantes.

“No se siguió el debido proceso”, dijo el director de FM Breeze, Nawani Aboki, al Daily Trust. “Esta demolición se llevó a cabo porque no pertenecemos al mismo partido político que el gobernador. Tiene miedo de que la emisora no sea compatible con su ambición política. Una de las razones es que la radio informó sobre la huelga que se sigue en el estado”.

La emisora transmitió un debate el  1 de mayo en el que los invitados criticaron el retraso en el pago de salarios a los empleados del gobierno estatal en Nasarawa, el estado contiguo a Abuja por el lado oriental.

“Los métodos utilizados para silenciar a esta emisora de radio son inaceptables y forman parte de un clima generalizado de violencia hacia los medios de comunicación en Nigeria”, afirma la redactora jefe de Reporteros Sin Fronteras, Virginie Dangles dijo. “Pedimos al presidente Muhammadu Buhari que ponga en práctica sus declaraciones de apoyo a los medios llamando al orden a los gobernadores de los estados y sus administraciones responsables de este tipo de violaciones”.

No se trata del primer ataque a los medios por parte del gobernador de Nasarawa, Umaru Al-Makura. Varios periodistas también han sido atacados. Los corresponsales del periódico Punch, Umar Muhammed, y del diario digital Universal Reporters, Rabiu Omaku, fueron expulsados de la sede del gobierno de Nasarawa el pasado septiembre y se les prohibió regresar a causa de artículos críticos con el gobernador. En noviembre, se les prohibió cubrir las actividades del gobierno de Nasarawa “de por vida”.

Gobernadores todopoderosos

Lamentablemente, este tipo de acciones arbitrarias forman parte de la vida de los periodistas en Nigeria. La amplia autonomía y el peso político de los gobernadores en sus propios estados les garantizan una impunidad casi total en su tratamiento de los medios locales, de ahí la profusión de medidas más o menos oficiales destinadas a silenciar a los críticos.

Los estados que más infringen la libertad de prensa son el Territorio de la Capital Federal (Abuja), en el centro del país (con 16 casos desde el inicio de 2016); Lagos, en el suroeste (9); Bayelsa, en el sur (4), y Rivers, en el sureste (4). En 24 de los 38 estados de Nigeria se registraron casos de violencia contra periodistas y violaciones de la libertad de información.

La prohibición de acceso a la información pública es la principal modalidad de ataque a la libertad de prensa, a pesar de que Nigeria aprobó una Ley de Libertad de Información a bombo y platillo en 2011.

Desde el inicio de 2016, se ha impedido de forma arbitraria hacer su trabajo a al menos 39 periodistas, a los que se les denegó acceso a un juicio, rueda de prensa, debate en el Senado u otras actividades para cuya cobertura estaban acreditados.

Hace sólo unas semanas, el 7 de mayo, los corresponsales en el palacio presidencial de Abuja fueron rechazados cuando el presidente Buhari recibió a las 82 colegialas de Chibok que acababan de ser liberadas por Boko Haram. Los únicos medios autorizados para cubrir el encuentro fueron los estatales, como Nigeria Television Autority y Voice of Nigeria (VON), cuyos jefes son nombrados por el gobierno federal.

Clima de impunidad

Independientemente de los compromisos del gobierno federal, los periodistas suelen ser objetivos de la policía, el ejército o el Servicio de Seguridad del Estado (SSS), y por lo general, con total impunidad. Los periodistas suelen pagarlo caro si los pillan en actos de corrupción o haciendo de uso de la violencia contra la población civil.

La policía golpeó fuertemente al cámara de Channels Television Ekikere Udom en Port Harcourt, en noviembre pasado, cuando grababa a los disparos contra miembros de los dos principales partidos – People’s Democratic Party (PDP) y All Progressives Congress (APC) – que protestaban en la calle. Le confiscaron su teléfono y otros efectos personales y tuvo que ser atendido en el hospital.

En total, más de 10 periodistas han sido víctimas de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad desde comienzos de 2016.

También son frecuentes las detenciones arbitrarias de periodistas. En el estado de Lagos, la policía detuvo a diez periodistas de Biafra Times por cargos de sedición el 30 de enero, y se hicieron con equipos y ejemplares del periódico. Se les acusó de apoyar la causa separatista de Biafra, que es considerada por el gobierno como un movimiento terrorista y es prácticamente un tema tabú en Nigeria.

En febrero, los soldados en el estado suroriental de Abia se incautaron de ejemplares de cuatro periódicos – New Republic, Vesym, Freedom Journal y Authority – que publicaron artículos sobre el separatismo de Biafra, y atacaron a los vendedores de los periódicos.

Según el recuento de RSF, al menos 23 periodistas han sido detenidos desde 2016. En la mayoría de los casos, fueron puestos en libertad de forma rápida y se retiraron los cargos. RSF condena este método de acoso e intimidación a los trabajadores de los medios en Nigeria.

La impunidad se extiende

Las agresiones de las autoridades contra los periodistas gozan de total impunidad, lo que fomenta más violencia similar. Al menos once periodistas han sido heridos por civiles, y sus equipos ha sido dañados, durante los incidentes violentos. En la mayoría de los casos, fueron atacados mientras cubrían protestas. En ocasiones se emprendieron investigaciones, pero sin ningún resultado.

Al menos tres medios audiovisuales también han sido allanados por grupos de jóvenes que intentaron forzarlos a transmitir determinado contenido.

Tras caer seis puestos en un año, Nigeria está en el puesto 122, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre África, en el Informe Anual de la organización.