IRÁN | RSF pide reformas en Irán pese a los obstáculos a la libertad de información

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| RSF pide reformas en Irán pese a los obstáculos a la libertad de información
02.03.2016 15:07
Reporteros Sin Fronteras condena las últimas restricciones a la libertad de información de las autoridades iraníes durante las elecciones en el país y urge al Presidente Hasan Rohani a aprovechar los buenos resultados de los reformistas para poner en marcha definitivamente medidas que mejoren la libertad de prensa en Irán. 
El pasado 26 de febrero, un total de 54 millones de iraníes tuvieron el derecho de votar al nuevo Parlamento y Asamblea de Expertos (los 88 “expertos en ley islámica” que escogen al Líder Supremo). El Consejo de la Guardia vetó no obstante de antemano a los candidatos que no cumpliesen los “valores islámicos” y no fueran “leales al Islam, a la República Islámica o a sus líderes”. Sin embargo muchos iraníes votaron contra el Líder Supremo Jamenei y sus políticas, y pese a no ganar la mayoría parlamentaria, los simpatizantes de Rohani mostraron su deseo de cambio, especialmente en lo referente a los derechos fundamentales.
De modo que Rohani y sus aliados reformistas y moderados ya no tienen excusas par no poner en libertad a los 37 periodistas actualmente encarcelados en Irán. Dos meses antes de las elecciones, la Guardia Revolucionaria del país ha detenido a numerosos informadores, cerrado periódicos e intimidado a los medios.
El 2 de noviembre detuvieron a Afarine Chitsaz del diario Iran, Ehssan Mandarinier, editor de Farhikhteghan, Saman Safarzai del periódico Andisher Poya e Issa Saharkhiz, conocido periodista ya encarcelado anteriormente. Todos ellos están actualmente presos.
También en noviembre de 2015 fue detenido Farzad Pourmoradi, periodista de varios medios de la provincia de Kermanshah, incluido el Kermanshah Post y Navai Vaghat. Y Bahman Darolshafai, antiguo reportero de la BBC, pasó 20 días privado de liberad en febrero de este año, del 3 al 23 de febrero, cuando fue puesto en libertad bajo fianza. Actualmente está a la espera de juicio.
Según la información obtenida por Reporteros Sin Fronteras, otros muchos han sido citados para ser interrogados y han estado detenidos en la sección de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria.
Los iraníes sólo pueden acceder a información alternativa sobre lo que ocurre en su país a través de medios de comunicación con sede en el extranjero, pues los nacionales están constantemente sometidos a los controles de las autoridades y a la demonización e intimidación por parte de los servicios de Inteligencia. 
Hace dos semanas varios medios de comunicación y conocidas personalidades que apoyan al Lider Supremo respaldaron los ataques de éste a la prensa extranjera, en particular a la sección en persa de la BBC. El 17 de febrero, Jamenei la citó como ejemplo de un intento extranjero de intervención en las elecciones por parte de los enemigos de Irán.
Jamenei acusó a estos medios de apoyar la campaña en las redes sociales diseñada para impedir la elección de los que le apoyan. Desde la elección del Presidente Rohani, en junio de 2013, muchos medios de comunicación en persa con sede en el extranjero han cubierto de forma favorable las acciones del gobierno iraní. Pero Jamenei y la Guarda revolucionaria no toleran una información no controlada por ellos. 
En los últimos meses, RSF ha registrado diez casos de amenazas a periodistas exiliados que trabajan para medios internacionales o medios persas con sede en el extranjero, incluidos informadores de Radio Free Europe/Radio Farda, Voice of America, Radio Zamaneh y la BBC.
Varios periodistas han recibido advertencias directas de los servios de Inteligencia o medios progubernamentales como la agencia que apoya a la Guardia Revolucionaria, Farsnew.
Algunos familiares cercanos de periodistas también han sido citados e interrogados por oficiales de los servicios de Inteligencia y advertidos, después de varias horas de interrogatorios, de que debían dejar de “colaborar con medios enemigos” para evitar que “otros miembros de su familia pudiesen ser también interrogados o detenidos”.
Según las autoridades iraníes, más de 100 periodistas extranjeros han recibido acreditaciones para cubrir las elecciones. Algunos reporteros extranjeros han confirmado la relativa facilidad para obtener los visados pero se han quejado del seguimiento que les hacen los servicios de Inteligencia y de las restricciones que se les han impuesto. En concreto, explican que su visado ha estado condicionado a la imposición de los intérpretes y contactos locales controlados por una agencia gubernamental. 
Con un total de 37 informadores encarcelados actualmente en Irán, el país es una de las mayores cárceles del mundo de periodistas y ocupa el puesto 137 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.