BURUNDI | Un asesor del Presidente acusa al director de Radio Télé Renaissance de tener vínculos con un general golpista

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| Un asesor del Presidente acusa al director de Radio Télé Renaissance de tener vínculos con un general golpista
25.06.2015 12:46
Reporteros Sin Fronteras manifiesta su preocupación por las presión que sufre Innocent Muhozi, director de Radio Télé Renaissance, una de las emisoras privadas cerradas desde el último mes.
Willy Nyamitwe, asesor presidencial en materia de medios de comunicación, publicó, el 23 de junio, un comentario en Twitter acusando a Muhozi de tener vínculos con el general que intentó un golpe de Estado el 13 de mayo, Godefroid Niyombare.
Muhozi fue citado ante el Tribunal Supremo, el 22 de mayo, para explicar sus actividades el día del intento del golpe de Estado y convenció a la cámara de que sus contactos con el general tenían una naturaleza puramente periodística.
“No se presentaron cargos contra Muhozi tras su declaración ante el Supremo por lo que cabe preguntarse el motivo de estas insinuaciones ahora por parte de Nyamitwe. Sus comentarios en Twitter son un claro intento de intimidación a uno de los pocos propietarios de medios privados que aún quedan en Burundi. Ayudaría mucho más que este asesor presidencial se concentrara en la reapertura de los medios cerrados en lugar de intentar desacreditar a aquellos que siguen queriendo ejercer el periodismo”, afirma  Cléa Kahn-Sriber, responsable de la oficina de África de Reporteros Sin Fronteras.
“Las acusaciones de Nyamitwe responden a una vieja historia”, ha explicado Muhozi a Reporteros Sin Fronteras. “Probablemente le desagrado porque sigo hablando sin esconderme, porque doy entrevistas a medios internacionales y mi equipo sigue trabajando, ejerciendo nuestra labor de informar de lo que pasa. Las palabras de Nyamitwe obviamente me preocupan porque sé la mucha influencia que tiene”, añade el director de Radio Télé Renaissance.
“Creo que los que tienen el poder no quieren que la gente sepa lo que está pasando, por eso les preocupa cuando alguien habla. Cada tarde la policía secuestra a personas en su propio domicilio. Es una situación de terror que afecta a toda la población”, advierte Muhozi
Violencia indiscriminada
En estas circunstancias, ejercer el periodismo es claramente difícil. Aquellos que intentan informar regularmente se exponen a agresiones y amenazas policiales. 
Dos reporteros de medios internacionales fueron agredidos por la policía en le región de Bubanza, el 23 de junio, cuando intentaban entrevistar a los familiares de personas que habían sido secuestradas durante la noche. La práctica de estos métodos para intimidar a reporteros está aumentando de manera preocupante. En las últimas semanas la policía se ha negado a que los informadores accedan a un barrio de Bujumbura que la policía considera una zona de guerra. Cuando algunos periodistas han insistido en su derecho a acceder al distrito, la policía ha disparado tiros al aire y algún agente ha llegado a decirles que no han muerto todavía los suficientes periodistas desde que empezó la crisis. 
“Lo que es realmente peligroso es este tipo de actitud en la que la agresión o intimidación se ha convertido en una rutina para los periodistas”, afirma Muhozi.
Las emisoras internacionales son ahora las únicas fuentes de información para el público. Las redes sociales siguen operando y están siendo usadas por los periodistas para comunicarse entre ellos. Desafortunadamente, en ausencia de medios profesionales, también están siendo usadas para difundir rumores. 
Las medidas contra los medios han tenido como consecuencia el cierre de las emisoras privadas desde mediados de mayo. El éxodo de periodistas es masivo ante las constantes amenazas que reciben en su país. Un miedo al que tampoco escapan los profesionales de los medios públicos, que también han sufridos presiones.
“Somos un pueblo muy pobre. Lo único que teníamos en Burundi era un cierto grado de libertad de expresión y libertad de prensa a la que las autoridades hacen referencia todo el tiempo para justificar sus actuaciones. ¿De qué presumirán ahora?”, se pregunta Muhozi.