ARABIA SAUDÍ | Nuevas informaciones de WikiLeaks revelan la financiación saudí de medios extranjeros

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| Nuevas informaciones de WikiLeaks revelan la financiación saudí de medios extranjeros
09.07.2015 14:15
Reporteros Sin Fronteras expone, gracias a las informaciones de WikiLeaks, los intentos del gobierno de Arabia Saudí -que ya de por sí ha suprimido toda la libertad de prensa en el interior de su país- de influir en la prensa internacional para proyectar una imagen más positiva de su reino.
Las informaciones de WikiLeaks, que ahora se publican bajo el título de “Cables Saudíes”, revelan la comunicación entre el ministerio de Exteriores saudí y sus embajadas en todo el mundo. No todos los cables tienen fecha, pero los documentos cubren un periodo comprendido entre 2010 y 2015. 
Pese a que no todos los documentos revelan las medidas que finalmente se adoptaron, sí ponen de manifiesto las extraordinarias iniciativas que el gobierno saudí llegó a considerar en un intento de mejorar su imagen en el extranjero. 
Diplomacia a golpe de talonario
Cuando sirve a sus intereses, las arcas saudíes financian a organizaciones de medios en todo el mundo, desde el Reino Unido a Irán o Senegal. La financiación adopta normalmente la forma de donaciones o de miles de suscripciones.
En 2011, por ejemplo, la embajada saudí en Londres sugirió financiar al canal Wesal Farsi TV (ahora llamado Tawhid), con sede en Londres. Se trata de un medio que emite en persa y es propiedad de un ciudadano iraní, suní, que se opone al gobierno de su país. A cambio de una financiación mensual, Arabia Saudí obtenía el derecho a nombrar a un miembro de junta directiva de la cadena y la garantía de que la televisión respondería a las críticas a Arabia Saudí de los medios iraníes. 
El embajador saudí en Senegal propuso aumentar el número de suscripciones al periódico Le Soleil, elevando su financiación de 4.000 a 10.000 dólares anuales, además de financiar también a la fundación Wal Fajr a cambio de obterner una cobertura más favorable de los temas saudíes y de las actividades de la embajada.
Algunas veces, los medios de comunicación llegan incluso a tomar la iniciativa de solicitar financiación saudí, como el centro de medios afganos Spogmai, en 2009: pidió financiación para crear una página web, un diario, una revista y una cadena de televisión que actuasen como contrapunto de los medios de comunicación afganos financiados por Irán o India.
Reacción a la crítica
El gobierno saudí también ha empleado otros medios para contraatacar o sancionar a las publicaciones en medios de comunicación que le resultan adversas. Sucedió por ejemplo con el periódico Financial Times, con sede en Londres, que tuvo que retirar a su corresponsal y cerrar su oficina en Riad tras publicar las “mentiras” sobre Arabia Saudí. Las autoridades saudíes llegaron a considerar la posibilidad de iniciar acciones judiciales contra el periódico si éste no pedía una disculpa pública y se comprometía a cubrir las noticias del país de una forma “neutral” y “objetiva”.
El embajador saudí en Beirut tuvo que explicar el aparente cambio editorial en las políticas del periódico libanés Al-Safir tras la publicación de una información sobre Osama Bin Laden y los Wahhabis que, bajo el punto de vista saudí, estaba llena de “argumentos sospechosos” y “falsa información”. 
En un cable sin fechar, la embajada saudí en Berlin informó al ministerio de Exteriores de supuestos rumores sobre una campaña contra los países árabes, incluido Arabia Saudí, iniciada por la embajada israelí en Berlín en cooperación con los medios alemanes. 
En una contraofensiva, la embajada saudí proponía usar a experimentados periodistas y escritores alemanes para que escribieran artículos sobre Arabia Saudí cada seis meses, y traducir al alemán libros saudíes para darles promoción en eventos culturales. Los cinco escritores escogidos recibirían un suelo mensual de 7.500 euros.
En Sudáfrica, el embajador sugirió pagar a un académico cerca de 10.000 dólares en 2009 por dedicarse a responder a los artículos publicados en un periódico, a finales de 2008, sobre las raíces del islamismo extramista.
Importancia de las embajadas
Las embajadas tienen un papel dinámico en la organización y mantenimiento de la propaganda prosaudí en el extranjero. Al estar familiarizadas con los medios locales, son las mejores situadas para vigilar lo que dicen los medios y hacer sugerencias al gobierno saudí.
El ministerio de Exteriores saudí sigue de cercas las informaciones sobre Arabia Saudí en el extranjero y recibe diariamente resúmenes de prensa iraní y de otras partes del mundo, especialmente en lengua árabe.
Los documentos obtenidos por WikiLeaks incluyen, además de las comunicaciones entre las embajadas y el ministerio de Exteriores, cartas y correos electrónicos del ministro de Exteriores, informes del ministerio del Interior y de los servicios de Inteligencia. En una reacción oficial en Twitter, el gobierno saudí ha advertido a sus ciudadanos para que no compartan estos documentos que, afirma, podrían haber sido fabricados.
Arabia Saudí es un país sin medios independientes, donde los periodistas sufren una censura doble: la del Gobierno o la autoimpuesta por miedo a represalias.